Empresas TIC contra las autoridades policiales: no sin la privacidad de mis clientes

Apple y ahora Amazon se han negado a facilitar información privada de los usuarios en casos de investigaciones policiales.

El cuerpo sin vida de Victor Collins fue encontrado en una bañera en una ciudad de Arkansas. Los detectives que investigaron el caso descubrieron un puñado de dispositivos conectados dentro de su casa, entre ellos un Amazon Echo.

Los detectives han pedido a Amazon que facilite los registros del dispositivo, por si las revelaciones pueden ayudar a esclarecer el caso.

Amazon ha respondido a la petición a través de un comunicado. “Amazon no publicará información del usuario sin una demanda legal válida y vinculante”, dice la firma en el documento.

Es lógico que la compañía se niegue a facilitar información privada de sus clientes. Hacer lo contrario supondría una avalancha de demandas particulares a las que no quiere enfrentarse. Sin embargo, no está claro si la información que almacena el dispositivo es realmente relevante.

Y es que tal y como apuntan en iFixit, Echo tiene una RAM de 256 megabytes. El dispositivo tira de internet para volcar el contenido que se le solicita al asistente virtual Alexa.

Lo que no parece tan claro es si Echo, que está permanentemente conectado y responde al nombre de Alexa, graba todo lo que ocurre a su alrededor y lo vuelca a los servidores de Amazon (dado que la capacidad de almacenamiento del dispositivo en sí es muy pequeña).

Tampoco parece posible, por la enorme cantidad de información que deberían de alojar los servidores de Amazon sin un objetivo claro. Además, los usuarios pueden consultar todo lo que se demanda a Alexa a través de alexa.amazon.com.

Probablemente Amazon, demanda legal válida mediante, acabará facilitando la información que le demandan los investigadores.

Similitudes con el caso del iPhone y el FBI

El caso de Amazon recuerda inevitablemente al que protagonizó Apple recientemente. Tras la negativa de Apple de desbloquear el dispositivo que podía contener información relevante sobre el autor del tiroteo de San Bernardino (California), el FBI optó por pagar a un tercero para hacerlo.

Aunque las fuentes oficiales no revelaron el monto exacto del pago, el director del FBI, James Comey, declaró que la cantidad era superior a la que él va a cobrar en lo que le queda en el cargo.

Un rápido cálculo permitió conocer que el pago fue superior al de 1 millón de dólares.