Las empresas temen a Vista

Microsoft debe asumir un grave problema: su última apuesta, Windows Vista, es impopular. Por ello, las empresas se muestran reticentes a asumirlo. Su fama negativa pesa así más que la publicidad positiva de la multinacional, como apunta el estudio de la consultora Sanford C. Berstein.
Los usuarios asumen como una pérdida de calidad el paso de XP a Vista. XP contaba con el favor del consumidor, favor que Vista no logró canalizar. A esta falta de interés se suma que, tras el anuncio del lanzamiento en 2009 del nuevo Windows Vista, las empresas se hayan decantado por esperar la llegada de la nueva versión.
A la mala percepción de Vista se une, además, la necesidad de una inversión alta para adecuar los equipos a las necesidades del nuevo software, algo a lo que los empresarios nos están dispuestos a pasar.
La financiera ha reducido por ello, y como recoge InfoWorld.com, los resultados económicos que había estimado para los próximos ejercicios financieros de Microsoft. Sanford C. Berstein estima una baja de entre 2.17 millones de dólares y 2.20 en el ejercicio de 2009.