En busca de la protección antigolpes

Kensington diversifica su negocio y apuesta cada vez más por fundas para tabletas que aumenten su robustez. Es el caso de la serie ruggerizada BlackBelt, que incluso cumplen con los protocolos de prueba de tipo militar.

Las tabletas van más allá de la movilidad que aportan los ordenadores portátiles. Es por ello que aumentan considerablemente las posibilidades de golpes y caídas, lo que puede arruinar en segundos la inversión que hemos hecho en alguno de estos dispositivos. Salgo algunos modelos limitados, su robustez deja mucho que desear cuando ocurre algún percance, por lo que no es mala idea buscar alternativas para reducir al máximo tales contratiempos.

A sabiendas de ello, la firma Kensington está apostando fuertemente por diversos tipos de fundas, principalmente ideadas tanto para entornos escolares como para usos extremos de las tabletas. Nos centraremos en esta ocasión en los segundos, englobados en la familia BlackBelt. Se trata principalmente de fundas de goma mullida de policarbonato que envuelven dispositivos como los iPad o algunos modelos de tableta de Samsung. Obviamente, perdemos una de las principales características de estos modelos como su delgadez, pero a cambio aumenta vertiginosamente su vida útil, incluso soportando fuertes golpes y ralladuras.

kensington BlackBelt 02

La serie BlackBelt cumple con algunos de los protocolos de pruebas militares como el MIL-STF-810G, que asegura protección exterior contra caídas y arañazos. Además, tal y como ocurre en el modelo que hemos probado, la funda Kensington BlackBelt 2nd Degree para iPad Mini, se incorpora una correa de mano –también de goma- que facilita su transporte en determinadas situaciones en las que el profesional únicamente puede mantenerla en una de las dos extremidades superiores mientras la otra es utilizada para otras tareas.

No se trata de fundas ideales para todos los ámbitos, pero sí para aquellas profesiones de riesgo en las que la tableta se convierte en una herramienta más durante el trabajo diario, algo que, por otro lado, es cada vez más habitual.

En el caso que nos ocupa también se incluye un sistema para posicionar la tableta en distintos ángulos y favorecer así la visualización, que también cumple con los requisitos de seguridad y robustez pertinentes.

Por último, todos los conectores y botones se han tenido en cuenta para que la tableta no pierda funcionalidad se sea fácil acceder a los controles, las cámaras o los conectores.

El precio de la funda Kensington BlackBelt 2nd Degree para iPad Mini se sitúa en 39,99 euros.