¿Un ereader que sólo sirve para leer? No, gracias

El mercado de los ereaders parecía hasta hace poco pertenecer casi en su totalidad a Kindle, el dispositivo de Amazon que mejor ha sabido posicionarse en la lucha por conseguir controlar este nuevo nicho. No obstante, en los últimos meses otros lectores han ido entrando en esta lucha poniéndole las cosas algo más difíciles a Amazon.

Los rivales de Kindle, encabezados por Nook, se caracterizan por concebir los dispositivos como algo más que un simple lector y buscar mejorar al máximo la experiencia de usuario.
Conexión wifi, posibilidad de compartir libros, navegadores, pantallas táctiles… Una batalla por ganar usuarios que está convirtiendo (y promete seguir haciéndolo) este mercado en uno de los más interesantes del mundo TIC.

Nook, el rival más fuerte

El dispositivo de Barnes & Noble, anunciado a bombo y platillo y elogiado por muchos desde el pasado octubre, ya no es tan solo un competidor más: según las estimaciones de DigiTimes, Nook habría ganado a Kindle en ventas el pasado mes de marzo, dejando al hasta ahora líder indiscutible en segundo lugar por primera vez en la historia.

¿Qué ofrece Nook para haber entrado en el mercado de los ereaders con tanta fuerza? En primer lugar, la marca Barnes & Noble y, por lo tanto, además de una campaña publicitaria por todo lo alto, un catálogo de libros electrónicos y la posibilidad de leer en sus librerías a través de la conexión wifi como si de libros físicos se tratase.

Este intento por querer trasladar al mundo electrónico lo que se ha hecho siempre en el analógico, sumado a una fuerte apuesta por lo social, es lo que convierte a Nook en un dispositivo altamente innovador, permitiendo, por ejemplo, el préstamo de libros. El usuario de Nook puede prestar (de forma legal) a sus amigos los libros que ha comprado. Eso sí, sólo durante 14 días.

Los Nook están basados en Android e incluyen, además de la pantalla de tinta electrónica habitual en estos dispositivos, una segunda pantalla táctil que facilita y dinamiza la navegación. No obstante, muchos usuarios han manifestado ya su descontento por el tiempo de respuesta, mucho más lento de lo acostumbrado.
Distribución en España

Una de las dificultades que debe afrontar el usuario español que quiere adquirir un ereader es la falta de distribución en España. Los dispositivos más conocidos y fiables solo pueden ser adquiridos en EEUU o en el Reino Unido, por lo que los gastos de envío o los cambios de divisa hacen que el precio suba bastante.


Entre las opciones que sí cuentan con distribución en España, una de las más recomendables es el Papyre 6.S Alex, comercializado por Grammata a partir de junio.

El Papyre o Alex es la versión española del dispositivo Hanlin v3, y es muy similar al Nook: pantalla dual de tinta electrónica y táctil, basado en Android, y con doble conectividad wifi y 3G. No obstante, y aunque ganará al ereader de Barnes & Noble en el mercado español al ser más fácil su adquisición, su alto precio (450€) podría hacer que se dé de bruces con el iPad, que aunque no es un ereader propiamente dicho, promete quitarle muchos usuarios a los lectores electrónicos.

Otra opción más asequible con distribución española es el COOL-ER, un ereader que puede ser adquirido a través de la editorial Luarna. Aunque cumple sus funciones básicas de forma correcta (esto es, se pueden leer libros), no ofrece ningún extra como la conectividad, lo que a la hora de adquirir nuevos libros obliga al usuario a depender de un ordenador y un cable.
Otra apuesta por el 3G

Otros que tampoco se han querido quedar atrás en la carrera han sido los de Sony, que el pasado verano anunciaban su Sony Reader Daily Edition. Este ereader es el tercero de la compañía japonesa, pero el primero en el que la conectividad 3G es posible.

Se posicionaban así como un competidor importante para Kindle, pero la llegada de Nook deja intuir que los ereaders con éxito rara vez serán tan solo dispositivos utilizados para la lectura, por lo que no es descartable que en un futuro próximo Sony presente una nueva versión con más funcionalidades.

Leer ebooks sin un ereader

La opción más barata y que menos quebraderos de cabeza causa es sin duda la de utilizar cualquier dispositivo en el que se pueda leer un libro electrónico: el ordenador, un teléfono, un iPod… ¿El problema? Al no haber sido concebidos de forma específica para la lectura, sus pantallas luminosas cansan la vista.

Quien promete pisar fuerte en este terreno es el iPad, que contará con la ventaja que le supone la poca distribución con la que cuentan los ereaders en el mercado español. Mientras no se haga más sencillo conseguir un lector electrónico y, por lo tanto, no se pueda apreciar tanto la diferencia entre leer en una pantalla de tinta electrónica y otra normal, no es de extrañar que muchos usuarios opten por hacer del dispositivo de Apple su reader por excelencia.