España supera la media europea en la adopción de sistemas ERP

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Una de cada tres empresas españolas (32%) ya confía en estas soluciones, seis puntos por encima de las europeas (26%).

La implantación del ERP por parte de las empresas españolas para la gestión de la producción, logística, distribución, contabilidad, ventas, entregas, pagos y administración de recursos humanos ha aumentado y evolucionado de manera importante en los últimos cuatro años.

De hecho, según un estudio de la empresa de servicios Cloud Yunbit, la media española ha alcanzado el 32%, es decir, una de cada tres empresas ya confía en estas soluciones, seis puntos por encima de la media europea, que se sitúa en torno al 26%.

A la cabeza en lo que respecta a penetración de sistemas ERP se sitúa Suiza, con un 45% de las compañías suizas que ha adoptado este sistema. Le siguen Bélgica, Lituania y Finlandia, con un 41%, 40% y 37%, respectivamente. Por su parte, a la cola está Letonia, con un porcentaje del 8%, 18 puntos por debajo de la media europea y seguido muy de cerca por Reino Unido, Hungría y Rumanía, en el que sólo el 11%, 13% y 15% de las empresas lo utilizan.

El buen dato de España no se queda ahí, dislumbrando unas perspectivas muy buenas. Y es que, a pesar de que el ritmo de adopción del ERP descendió durante la crisis, Yunbit constata que la inversión se ha reactivado. Los departamentos TI han comenzado a asumirlo como una prioridad, por delante incluso del CRM, siendo sólo desbancado por las plataformas de e-commerce.

Otro dato que apunta el estudio es que España aún no es un mercado maduro. La presencia del ERP sigue estando estrechamente ligada al tamaño de las empresas, existiendo todavía una brecha bastante amplia entre grandes y pequeñas. Esto mismo ocurre entre sectores, siendo las firmas del sector de las telecomunicaciones, la informática y los servicios audiovisuales las que más utilizan este servicio.

Finalmente, junto a los datos, desde Yunbit han aprovechado para recordar algunas de las ventajas de estos sistemas, como la mejora de la eficiencia y de la comunicación interna al tener toda la información centralizada; el mayor control de las operaciones o la optimización de los recursos, permitiendo reducir los costes de la actividad y mejorar la productividad.