España, lejos del Parlamento 2.0

Internet posibilita nuevas formas de contacto entre los ciudadanos y los representantes políticos, pero ¿Qué herramientas ofrecen los parlamentos autonómicos y las Cortes Generales en sus sitios web para que los usuarios se comuniquen con sus políticos?

El diálogo con los ciudadanos utilizando las TIC es, para los parlamentos, uno de los principales objetivos que persiguen a través de sus sitios web, pero muy pocas asambleas tienen algún sistema capacitado para la comunicación interactiva con los ciudadanos.

Así lo pone de relieve el último informe World e-Parliament Report 2008 publicado por la organización internacional de parlamentos, la Unión Interparlamentaria (UIP), tras llevar a cabo una consulta a 105 cámaras de 89 países con el fin de evaluar los potenciales beneficios de la tecnología y establecer objetivos y prioridades para la explotación de las TIC.

Los Parlamentos españoles muestran un comportamiento errático en esta materia. De este modo, sólo los formularios de contacto y el correo electrónico constituyen la herramienta de interacción más frecuente de las asambleas estatales, seguidos por los foros de discusión y las weblogs de los parlamentarios.

En contra, ningún parlamento utiliza su sede virtual para realizar consultas a los ciudadanos utilizando las encuestas online, y los chats son muy minoritarios igualmente.

Herramientas electrónicas

Siguiendo los parámetros del informe de la UIP, para las asambleas legislativas el correo electrónico es la principal vía para que los ciudadanos se pongan en contacto con los parlamentos, ya que la mayoría de los parlamentos proporcionan direcciones de correo electrónico para que el público contacte directamente con la asamblea.

De las 19 asambleas españolas observadas (los 17 parlamentos autonómicos, junto con el Senado y el Congreso de los Diputados) 13 de ellos facilitan una dirección de e-mail o formulario de contacto para comunicarse con los parlamentarios individuales; 11 de los websites publican también una dirección de contacto electrónico con el presidente; y la mayoría también ofrece al menos una dirección de e-mail o formularios de contacto para escribir al webmaster, a la sección de Archivo y Biblioteca, al departamento de protocolo para solicitar visitas al edificio, entre otros.

Las encuestas, que permiten a los parlamentos formular consultas a los usuarios, es la herramienta de interacción menos utilizada por los parlamentos: ninguno de ellos tiene actualmente ninguna publicada en línea.

Conversaciones online

Las conversaciones instantáneas o chats se encuentran únicamente en el Parlamento de Galicia y en la Asamblea de Madrid, pero ambas se encuentran sin contenido.

Los foros de discusión son la herramienta de interacción, después del correo electrónico, más utilizada: el Parlamento de Galicia y el Parlamento Vasco son las dos asambleas que posibilitan la participación en un foro. El senado (www.senado.es) posibilitaba, hasta la constitución de la presenta legislatura, foros de discusión, pero actualmente ya no existen en su website.

Nuevas formas de comunicación
Las weblogs están presentes en cuatro de los 19 sitios web parlamentarios. La presidenta de la Asamblea de Madrid y el presidente del Parlament de Catalunya disponen ambos de un blog actualizado.

En ambos casos la bitácora está institucionalizada, es decir, se aloja dentro del servidor del parlamento y ambos permiten que los ciudadanos formulen opiniones en las entradas de cada blog.

Algunos de los diputados disponen de blog en algunos de los Parlamentos de las comunidades autónomas y en el Congreso de los Diputados, donde incluso los congresistas cuentan con directorio de páginas personales. Desde este directorio, se indica la ficha de los diputados que voluntariamente disponen de una página personal así como un enlace a la misma.

Estas páginas están alojadas en un servidor ajeno al Congreso y, en la mayoría de los casos, son servidores gratuitos.

Las asambleas están, pues, todavía en en proceso de desarrollo de las herramientas de interacción, lo que convierte a sus sedes virtuales en una mera correa de transmisión. Sólo el avance y la mejora de los websites parlamentarios permitirá convertir estas páginas en una herramienta para la participación, en Parlamentos 2.0.