Este año se venderá la mitad de ultrabooks previstos

Así lo asegura un informe de IHS iSuppli que reduce de 22 millones a tan sólo 10,3 millones las unidades que se acabarán distribuyendo este año. Y de 61 millones a 44 millones los ultrabooks colocados en 2013.

Los ultrabooks, esos dispositivos que prometían aunar lo mejor de los portátiles y lo mejor de las tabletas en un sólo formato, no pasan por su mejor momento. Justo ahora que la industria entra en el último trimestre del año, comienzan a revisarse apuestas y a ratificarse la sensación de que el fenómeno de los ordenadores ultraligeros no se está comportando como debiera.

Así, mientras Intel se mantiene fiel a su predicción de que la nueva tipología de equipos informáticos se hará con el 40% del mercado portátil este mismo año, IHS iSuppli ha rebajado sus estimaciones de ventas en más del 50%.

“Los envíos mundiales de ultrabooks están por debajo de las expectativas para el año 2012”, ha comentado la firma de investigación en un comunicado de prensa, en el que se pasa de los 22 millones de unidades previstas anterioremente a tan sólo 10,3 millones. IHS también ha eliminado de sus cálculos otros 17 millones de unidades para las distribuciones del próximo año, con lo que el pronóstico de 2013 se reduce desde los 61 millones de ultrabooks iniciales hasta 44 millones finales.

¿El motivo de este fallo en el crecimiento? “Hasta ahora, la industria de PC ha dejado de crear el entusiasmo necesario entre los consumidores para impulsar la gama de los ultrabooks”, explica el analista principal de plataformas de cómputo Craig Stice. “Éste es un problema especialmente en medio de toda la publicidad que rodea a las tabletas y los teléfonos inteligentes”.

Otro causante es el alto precio de la mayoría de los ultrabooks que, salvo contadas excepciones, suelen llegar a las tiendas por encima de los 1.000 dólares. Aunque el próximo lanzamiento de Windows 8 y la introducción de nuevas características como las pantallas táctiles, mejoras de rendimiento y unas anticipadas capacidades híbridas podrían salvarle la cara al sector en lo que queda de año.