Éstos son los trucos de ciberdelincuencia más frecuentes en España

La Policía Nacional advierte de que “los grupos de WhatsApp están desbancando a las propias redes sociales como potentes altavoces de bulos irracionales”.

Con el aumento de los dispositivos conectados y el uso de Internet se han incrementado no sólo los beneficios de la tecnología, sino también los peligros.

Y es que, además de internautas bienintencionados, existen ciberdelincuentes dispuestos a amargarle la experiencia a los demás, hacerse con sus datos personales y robarles su dinero.

Ahora que está a punto de finalizar 2014 podemos hacer balance, y no parece demasiado positivo. La Policía Nacional ha querido elaborar una lista cargada con aquellos “fraudes, timos y bulos más frecuentes que circulan por Internet y con los que se intenta engañar a miles de personas en España”.

¿Cuáles son? ¿Y cuántos? La respuesta correcta es que estas estafas son bien variadas.

Por ejemplo, en nuestro país circulan campañas de ciberdelincuencia que aprovechan la popularidad de WhatsApp para distribuir malware bajo falsas promesas de “espiar números ajenos” o de “eliminación del doble check azul”. Pero también con réplicas maliciosas.

La Policía advierte de que “los grupos de WhatsApp están desbancando a las propias redes sociales como potentes altavoces de bulos irracionales”. Y dice que “son difundidos, en especial, por los grupos de adultos a todos sus contactos, sin verificación alguna”.

Fuente-Shutterstock_Autor-Andrea Danti_seguridad2Otra técnica que suele verse es la que recurre a los números de tarificación especial, ya sea animando a que se realicen llamadas o se envíen SMS con diferentes pretextos, incluidas supuestas ofertas de empleo. Se ha llegado a infectar agendas telefónicas “a través de un mensaje en el que [se] te invita a ver una supuesta foto tuya” y a difundir números de pago asociados a empresas con un coste de hasta 11 euros por minuto.

¿Qué más? Los españoles también corremos el riesgo de caer en la trampa de ofertas de todo tipo de productos y servicios que no existen y que se anuncian por Internet “con apps y webs de compraventa”. De creernos supuestos bloqueos de nuestros dispositivos si no se paga una multa por uso inapropiado. De tragarnos una de las diferentes variantes de las cartas nigerianas. O de caer en phishing asociados a juegos.

A mayores, hay dos campañas de cibercrimen aparecidas este año con las que también hay que tener cuidado.

Una de ellas anima a invertir en publicidad que aparecería en las revistas de la Policía Nacional y la Guardia Civil, mientras que la otra se difunde como llamada telefónica que suplanta, en inglés, la identidad de Microsoft y alerta sobre problemas de software.