El Tribunal General de la Unión Europea ratifica una sentencia de 2007 que obliga a la compañía a pagar 151 millones de euros por perjudicar la competencia y a los usuarios.
El Tribunal General de la Unión Europea ratifica una sentencia de 2007 que obliga a la compañía a pagar 151 millones de euros por perjudicar la competencia y a los usuarios.