Más fuerte que el acero, más rígida que el kevlar y más ecológica que el grafeno, la nanocelulosa podría convertiese en materia prima para la producción sostenible de biocombustibles.
Más fuerte que el acero, más rígida que el kevlar y más ecológica que el grafeno, la nanocelulosa podría convertiese en materia prima para la producción sostenible de biocombustibles.