Los ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS) son cada vez más sofisticados, pero las compañías pueden evitarlos gracias a la correcta localización de los cortafuegos.
Los ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS) son cada vez más sofisticados, pero las compañías pueden evitarlos gracias a la correcta localización de los cortafuegos.