Investigadores han conseguido generar energía a través de nanocables de óxido de zinc, que la recopilan con la simple presión de dos dedos, o del latido de un corazón, entre otras fuentes.
Investigadores han conseguido generar energía a través de nanocables de óxido de zinc, que la recopilan con la simple presión de dos dedos, o del latido de un corazón, entre otras fuentes.