Pese a la realidad de movilidad infinita hacia la que se mueve la sociedad (y España), las compañías no están evolucionando como deberían para satisfacer las necesidades de los usuarios de smartphones y tabletas.
Pese a la realidad de movilidad infinita hacia la que se mueve la sociedad (y España), las compañías no están evolucionando como deberían para satisfacer las necesidades de los usuarios de smartphones y tabletas.