Europa empuja a un mayor acceso a datos de las empresas estadounidenses

La lucha contra el terrorismo en el Viejo Continente se topa con restricciones en la ley estadounidense y las políticas corporativas de las organizaciones.

Las autoridades antiterroristas europeas han afirmado que las leyes estadounidenses y las políticas corporativas de las empresas del país están obstaculizando sus esfuerzos para prevenir próximos ataques terroristas, ya que los procedimientos legales para obtener la evidencia internacional de organizaciones como los medios sociales, con sede en EEUU, se han quedado obsoletas.

La policía europea se enfrenta a un largo proceso para obtener datos de comunicaciones de entidades como Facebook, Twitter, YouTube y WhatsApp y quiere hacer que las empresas de tecnología estadounidenses sean más sensibles a las peticiones de datos del otro lado del Atlántico, tal y como recoge The Wall Street Journal.

“Incluso en las solicitudes de emergencia de datos básicos puede haber fricción entre las empresas de medios sociales y los investigadores europeos”, han afirmado fuentes cercanas al proceso, según el diario norteamericano.

En las investigaciones internas se requiere que las empresas estadounidenses cooperen con las órdenes judiciales de EEUU para cumplir con dichas solicitudes, pero en muchos casos, la ley prohíbe a las compañías proporcionar comunicaciones interceptadas a la policía extranjera, a menos que sea a través de un proceso de revisión diplomática.

El acceso de las autoridades europeas tendría que pasar por aprobar un cambio en la ley de EEUU.

Más allá de las restricciones legales, los directivos de los medios sociales apuntan que otros factores pueden complicar estas solicitudes. Algunas peticiones de datos extranjeras pueden vulnerar las prácticas legales estadounidenses y, en ocasiones, los investigadores extranjeros y los directivos de las empresas no mantienen una relación de trabajo habitual para facilitar este proceso.

Sin embargo, las autoridades europeas afirman que las compañías de Internet de EEUU podrían hacer más.