Europa no está en la ‘premier league’ para las OPIs tecnológicas

Londres es el principal mercado de las startups en Europa, pero su producción sigue siendo tan solo un tercio respecto a la de Silicon Valley.

Nueva York se ha ganado la condición de ciudad de primera división para la Oferta Pública Inicial (IPO, por sus siglas en inglés) de las empresas TIC, según datos de nuevos estudios mundiales.

En los últimos cinco años los emprendimientos tecnológicos se han disparado en Nueva York, creando más de 10.000 puestos de trabajo. Esto ha provocado que ya se hable de la zona como un Silicon Alley que rivaliza directamente con su homólogo en la costa oeste de Estados Unidos, Silicon Valley (California).

Es más, según el Informe de los Ecosistemas para las startups 2012, publicado por Startup Genome y Telefónica Digital, Silicon Valley está perdiendo fuelle y están surgiendo grandes alternativas como Tel Aviv, Nueva York, Los Ángeles, Seattle, Boston y Londres, que se han convertido en los seis mayores ecosistemas del mundo.

Londres es con diferencia el principal mercado para las startups en Europa, pero, aún así, su producción sigue siendo solo un tercio respecto a la de Silicon Valley y hay ejemplos que recogen cómo las empresas tecnológicas del viejo continente prefieren poner rumbo a la Gran Manzana.

En EEUU el goteo de empresas tecnológicas que salen a bolsa es continuo, como, por ejemplo, sucedió a principios de 2012 con una batería de firmas TIC anunciando la planificación de su Oferta Pública Inicial. Entre ellas, el fabricante de seguridad Palo Alto Networks; la compañía de servicios cloud, ServiceNow; Workday, dedicada al software en la nube; Splunk, de soluciones BigData; o el fabricante de memorias flash para data centers, Violin Memory.

En Europa, sin embargo, ya se lleva tiempo escuchando la queja sobre la falta de un mercado de OPIs tecnológicas y subyace la idea de que el viejo continente no puede afrontar esta demanda debido al carácter derrotista de los empresarios, inversores y banqueros, que nada tiene que ver con la mentalidad de los estadounidenses.

¿Será ésta la clave de por qué las startups europeas terminan casi siempre en manos de rivales americanas o en el parqué de Nueva York cuando están preparadas para estrenarse en bolsa…?