La primera feria del libro con ebook cierra las puertas a los editores electrónicos

El libro electrónico iba a ser la estrella de la Feria del Libro de Madrid, uno de los eventos clave en el calendario de todo aficionado a la literatura.

Pero al final, únicamente un par de casetas han introducido el libro electrónico en sus stands, como comprobaba Silicon News, y como confirmaban desde la organización de la feria poco después. Treinta editoriales o libreros comunicaron que llevarían libros electrónicos aunque sólo “dos o tres” lo han hecho.

Aunque esto no es lo que más preocupa a aquellos editores que se dedican única y exclusivamente al segmento del libro electrónico. Su denuncia, más que sobre la escasa penetración del ebook, es que a ellos no les han dejado participar en la presente edición de la feria. Según explican, los estatutos de la Feria del Libro de Madrid impiden a aquellos que no tienen también textos en papel participar en el encuentro.

“Viene de viejo”, apunta el CEO de la editorial Luarna, Antonio Quirós, recordando que si bien “si eres un candidato típico puedes llevar material digital” a editoriales como la suya, que sólo publican en formato electrónico, la feria les está vetada. “Somos editores como los demás”, denuncia.

“Parece un poco anacrónico venir a la feria a comprar online”, explica por su parte el director
de la Feria del Libro de Madrid, Teodoro Sacristán, que explica que ellos sólo organizan la feria y que las normas las ponen quienes están detrás de ella (el gremio de libreros y las editoriales). Sacristán reconoce que la venta de libros electrónicos, que requiere un sistema de venta distinto al del libro tradicional, es “incompatible por la aglomeración de público”.

“La feria de nuestro sector es la del libro”, destaca por su parte Quirós, interpelado sobre las razones por las que quieren estar en un encuentro como éste y no dedican sus esfuerzos a alternativas como la Feria del Libro Electrónico, que arrancaba en la última edición de Ficod. Aquella le pareció más centrada en la parte técnica que en la parte meramente literaria.

Y como señala Quirós: “nuestros autores son autores como los de papel”. Es decir, ellos también quieren conocer de primera mano a su público, sentirlos cercanos o comentar sus obras como pueden hacer los autores tradicionales con sus lectores.

Próxima edición

“En el futuro estaremos”, apura Quirós. Teodoro Sacristán no puede poner fechas o señalar si entrará en la siguiente edición. En diciembre o enero se aprobará el reglamento de la próxima Feria del Libro de Madrid y será cuando los libreros y editores decidan si dan o no entrada.

“Hay una cierta tensión”, reconoce Quirós. “La librería no es muy productiva en el ámbito digital. El asunto se les escapa”, señala, recordando que detrás de esta feria están los libreros. Y ellos son ahora mismo el otro lado de la batalla.

Por su parte, Sacristán no ve, a tenor de lo que ha leído en la prensa, un especial interés del público lector por los contenidos digitales. “No parece que el público haya estado por la labor de venir a comprar ebooks”, señala.

¿Tendrán que crear los editores 2.0 su propia feria alternativa? Quirós no lo ve factible, al ser todavía pocos. ¿Tendrán que buscar alternativas? La Feria del Libro de Sevilla, por ejemplo, no pone impedimentos a los editores de ebooks. Quizás el año que viene Luarna de el salto al sur.

Hoy domingo acaba la feria del Libro de Madrid, una cita inexcusable para la industria editorial española y una edición, la presente, con “mucho público”. Aunque quizás a pesar del intento se esté quedando demasiado analógica.