“Sólo Steve Jobs puede convencernos de comprar un teléfono en el que no se escribe bien y no dura ni un día encendido”

En directo desde el Palacio de Congresos, Madrid
“Trabajar para Steve Jobs es una experiencia muy interesante”. Guy Kawasaki fue el inventor del evangelizador de los productos Apple, allá en los ochenta. Ahora es gurú… con alma de showman. “Tuvimos el record de egomaniacos durante 25 años”, aseguró sobre los trabajadores de Apple. Ahora, confesó sonriente, lo tienen en Google.

Kawasaki estaba en Madrid como plato fuerte de la primera jornada de Ficod, el Foro de Contenidos Digitales, donde llegó, vio y triunfó. El gurú – también iniciador de compañías y CEO actual de otra – presentaba las conclusiones de su libro Enchantment, que se publicará en marzo. Sus chistes y gracias le ayudaron a mantener toda la atención del auditorio. Para empezar preguntó a la audiencia quién usaba Mac y quién Windows – “los tristes que usan Windows” – para después cuestionarse… “¿Es Microsoft un patrocinador?”. No, no lo es.

La clave de los negocios es ser encantador, en el amplio sentido de la palabra inglesa enchanting. Tienen que serlo los productos, tienen que serlo las personas. Así, a la hora de hacer negocios hay que saber sonreir – y aquí Kawasaki cargó contra el botox -, hay que vestirse bien – ni mal ni bien – y hay que saber dar bien la mano. Esas serán las claves para el networking. Podrá parecer tontería, pero aplicadas a gran escala son la clave para muchas cosas.

En el mundo de los negocios la primera clave es la confianza. Si se quiere que el consumidor confíe en una empresa, ésta debe confiar en el comprador. Kawasaki puso un ejemplo claro de buenas prácticas: Amazon permite devolver el Kindle durante bastante tiempo sin preguntar las razones. Una vez conseguir esto hay que dar el paso al mensch, una palabra alemana que el propio Kawasaki ha reconocido muy difícil de traducir. “Alguien que puede ser confiable”, ha explicado. El segundo paso es por tanto convertir a la empresa en una especie de Nelson Mandela de la identidad corporativa.

En el camino al éxito que Kawasaki desgrana está el estar listo: los productos tienen que ser completos, inteligentes, elegantes, que se adelanten a las necesidades de sus usuarios. Y además tiene que ser de fácil digestión. “Dulce, sencillo, corto”, así lo ha descrito el propio gurú de la gestión. “Los CEO usan palabras como revolucionario y similar”, ha asegurado. “Eso nunca funciona”, sentenció. Y no sólo eso: hay que tener una lista con las razones por las que el producto puede morir. Y arreglarlo antes de que pasen.

Luego hay que crear una buena historia. “Cuenta una historia, una historia por la que creaste ese producto”, explica. Y también lánzala al mundo. “Tienes que plantar muchas semillas porque no sabes quien será tu mejor apoyo”, señala. La época de los líderes de opinión de los grandes periódicos han muerto.

Y sobre todo hay que encantar: personaliza, vende “tu” sueño. No se vende un iPhone hablando de que son 188 dólares en partes materiales y un contrato a dos años con AT&T, ejemplifica. “Sólo Steve Jobs puede convencernos a comprar un teléfono en el que no se escribe bien y no dura ni un día encendido”, bromeó. Lo hace porque sabe vender un sueño. “Creo en Dios porque no hay otra explicación para el éxito continuado de Apple”, había apuntado poco antes.

*Silicon News ha podido entrevistar a Guy Kawasaki, sus declaraciones en la siguiente entrevista. “Algo con encanto no es un cerdo con barra de labios”

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