“El mundo de hoy: ¿en movilidad o fijo?”

Los ciudadanos deben aplicar el concepto de eficiencia al consumo de las telecomunicaciones, de igual modo que se asume que hay que hacerlo respecto a otros recursos o sectores como el hidráulico o el energético. En la actualidad, el paradigma de la eficiencia se encuentra en aprovechar las mejores prestaciones que ofrece la telefonía móvil y la fija para cada uso.

Recientemente Adeces (Asociación pro derechos civiles, económicos y sociales) ha reclamado públicamente que el uso de las telecomunicaciones debía responder a un criterio de eficiencia, como ocurre con la energía, por ejemplo. En este contexto nuestra asociación hizo un pronunciamiento público en el que abogaba porque los particulares hiciesen un uso más intensivo del teléfono fijo atendiendo a criterios de ahorro y de prestaciones, frente al abuso que se hace del móvil.

Poco tiempo después un conocido operador de telefonía móvil presentaba un producto, cuya esencia era justo la contraria: la sustitución de la telefonía fija por la móvil. En ese contexto surge este artículo para tratar de responder a la pregunta que da título al mismo: el mundo de hoy, ¿es fijo o móvil?

En realidad, depende. Para quien vive en movimiento el mundo es móvil por imperativo vital. Pero para quienes se encuentran en el hogar, en las oficinas, etc. el mejor mundo posible es el fijo. Pero, sobre todo, el mundo de las telecomunicaciones, según Adeces, es un mundo convergente fijo-móvil que aumentará su grado de fusión en la medida que lo permitan las aplicaciones, la tecnología, los precios y su estructura –todavía muy distantes-, y el Regulador (CMT), aunque lo de éste último es otro capítulo.

A pesar de esta tendencia, Adeces se reafirma en la principal conclusión de su estudio. Sin desbrozar todos los datos, basta decir que esta conclusión se sustenta en las siguientes bases:

Diferencia de costes

La diferencia de costes para el usuario final que, con la telefonía móvil, acaba pagando el precio de movilidad a todas las comunicaciones que se hagan, aunque sean a la habitación de al lado, ya que a diferencia de la telefonía fija no acoge en su modelo de tarifas la estructura diversa que ofrece la telefonía fija (metropolitanas, provinciales y nacionales) que, además, se beneficia del creciente uso de las tarifas planas asociados a la banda ancha y bonos fijo-móvil.

En el segmento residencial de la telefonía fija el 69% del tráfico es de carácter metropolitano (45% en voz y 24% de acceso a Internet) y 6,6% es tráfico provincial, una proporción que muy probablemente se repita en el uso del móvil que, sin embargo se factura a precio nacional.

Esta caracterización territorial de las comunicaciones se traslada al precio, tanto en el establecimiento de llamada (que en la telefonía móvil duplica el coste que tiene en casi todos los operadores fijos) y en el precio del segundo, respecto al cual las diferencias son sustanciales y, más sustanciales aún cuando se llama a móviles de otras compañías o fuera de las horas contratadas.

 

El factor de las prestaciones

 

Al lado del precio, las prestaciones es otro factor por el que, Adeces considera que el uso eficiente está del lado del teléfono fijo. La telefonía fija es superior en servicios suplementarios asociados a la línea como la comunicación a tres; integración de servicios en el hogar a través de la ofertas combinadas; facilita el acceso a la información de todos los componentes de la unidad familiar y su acceso a las nuevas fórmulas de ocio con mayor posibilidades de interactividad.

 

A su lado la telefonía móvil nos permite, por supuesto, la conexión a Internet, pero a un precio elevado y con limitaciones de descarga de 200 MB a 5 GB, que una vez sobrepasadas conllevan un coste adicional o una reducción de la velocidad de navegación. Demasiados obstáculos para el creciente volumen de información que se maneja.

Pero también en la calidad de servicio de las comunicaciones de voz y de banda ancha, la telefonía fija presenta ventajas manifiestas sobre la móvil: cobertura no afectada por factores territoriales y ambientales, que impiden o interrumpen o deterioran la comunicación móvil, etc.

 

¿Y en el segmento empresarial, el mundo es fijo o móvil?

De forma indirecta, estas conclusiones que Adeces extrae para los particulares vienen avaladas por el nuevo servicio presentado recientemente por Vodafone (Oficina Vodafone) ,cuyo público destinatario son los profesionales y las empresas. Algunas de las conclusiones de los particulares son plenamente válidas para las empresas y los autónomos. Pero la elección fijo o móvil dependerá de factores como pueden ser el tipo de actividad de la empresa o su estructura.

Dejando claro lo anterior, no nos hemos resistido a hacer una rápida comparación de precios prestaciones y calidades entre las fórmulas de oficina en movilidad y otras basadas en la telefonía fija. Estos son los resultados para una oficina de 2 empleados, la más simple, a más empleados más coste:

La fórmula fija resulta entre 6 y 18 euros más barata que la móvil que, por otra parte, tiene una limitación de llamadas de 1000 minutos por línea y no distingue llamadas metropolitanas ni provinciales, que por cierto en el caso de productos combinados de telefonía fija, saldrían al igual que las nacionales, totalmente gratuitas y sin límite.

 

En su conexión a Internet la oficina móvil ofrece un límite de descarga de 1 GB, facturándose el GB adicional a 20 euros o reduciéndose la velocidad de bajada a 128 Kbps y la de subida a 64. Y, por supuesto, con los problemas e incidencias en el precio derivadas de la cobertura.