Francia no tira la toalla: Un nuevo proyecto de ley ajustará las penalizaciones a piratas

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ya lo había anunciado. Con Hadopi irá “hasta el final” y aunque la ministra de Cultura, Christine Albanel, se haya quedado en el camino, Sarkozy llevará a puerto su lucha contra la piratería.
La ministra de Estado y de Justicia, Michèle Alliot-Marie, ha presentado en el último Consejo de Ministros un proyecto de ley “sobre la protección penal de la propiedad literaria y artística en Internet”, que ajusta la posición del Gobierno a la última decisión del poder judicial. El Constitucional ha determinado que el acceso libre a la red es un derecho básico del ciudadano, lo que choca con el castigo final que la Administración Sarkozy quiere imponer a los piratas.
La nueva norma, por el momento en proyecto, “simplifica”, como apunta el comunicado oficial del Gobierno galo, el tratamiento judicial. Alliot-Marie quiere darles a los agentes de Hadopi (Hadopi es, además del nombre de la medida, la abreviatura de Haute autorité pour la diffusion  des oeuvres et la protection des droits sur internet, una suerte de consejo que vigilará los usos de la red y a los infractores) a vigilar de facto la red. Es decir, los agentes de Hadopi podrán “constatar las infracciones y recopilar las observaciones” sobre infractores.
Éste es el único pero no el único punto del proyecto de ley, que en total constará de cinco aspectos que reformarán la relación de la Administración con los piratas.
En definitiva, el gobierno Sarkozy quiere simplificar los procesos judiciales sobre descargas ilícitas, para que las sentencias y los contenciosos sean más rápidos y que además entren por la vía penal. Las sentencias finales incluirán, además, el corte de red. “Los ataques contra los derechos de autor y derechos asociados cometidos en Internet podrán ser sancionados con una pena de suspensión de la suscripción”, puede leerse en el comunicado.
Por tanto, la administración no renuncia al aspecto más peliagudo de su propuesta. La piratería podrá pagarse con el fundido a negro de la conexión. 
Imagen (c) Service photo Elysée – P. Segrette