El fraude de los servicios de voz para la empresa se ha disparado un 113% en 2017

Alrededor del 45% de las llamadas fraudulentas realizadas a nivel global fueron utilizando líneas VoIP.

Las pérdidas por fraude en servicios de voz  han crecido rápidamente para las organizaciones. Bancos, aseguradoras y retail son los sectores más afectados.

Según datos de la empresa especialista en análisis de fraude Pindrop Labs, el fraude de los servicios de voz para la empresa se ha disparado un 113% interanual a nivel global de 2016 a 2017 y alrededor del 45% de las llamadas fraudulentas utilizaron líneas de VoIP.

Colt ha lanzado una serie de advertencias para ayudar a las empresas a detectar que sus sistemas podrían estar comprometidos, como son observar las llamadas anormalmente largas o un número inusualmente alto de llamadas de corta duración, las llamadas a destinos desconocidos, las llamadas repetitivas al mismo número, grandes volúmenes de llamadas de noche, fines de semana o días festivos, y las dificultades en la recuperación de mensajes de correo de voz.

Para que las empresas puedan protegerse de este tipo de fraude deben eliminar o desactivar todas las funciones innecesarias del sistema, incluidos los puertos de acceso remoto; revisar periódicamente el registro de llamadas de la PBX y analizar estos datos para detectar los aumentos en los volúmenes de llamadas o los destinos sospechosos.

Asimismo, es necesario asegurarse de que todas las funciones de seguridad, como contraseñas y PIN, se cambian después de la instalación, la actualización o el fallo y mantenimiento, incluyendo el restablecer los valores predeterminados de la contraseña; revisar regularmente los ajustes de seguridad y configuración del sistema; y estar atentos a las llamadas falsas, como en las que los defraudadores se hacen pasar por un empleado de la compañía que pide ser conectado a los operadores de la central telefónica para obtener una línea saliente.

Cada vez más, las empresas y la tecnología colaboran para mejorar las defensas digitales y los delincuentes han trasladado sus estafas a la ingeniería social para acceder a los sistemas telefónicos.

En 2016, el promedio de pérdidas de fraude fue de 0,52 euros por llamada con algunas compañías haciendo o recibiendo millones de llamadas por año.