Fujitsu presenta su estudio “Equilibrio en el camino digital”

En vísperas de su convención Fujitsu World Tour 2016, la multinacional japonesa adelanta una batería de datos que retrata la concepción de la llamada transformación digital en las empresas europeas.

Fujitsu EMEIA ha mostrado un estudio realizado en cuatro países europeos a partir de las respuestas de 643 altos directivos de Suecia, Alemania, Gran Bretaña y España, representando los cuatro ejes del continente para obtener de primera mano datos concretos sobre la incidencia de la transformación digital en sus negocios.

“Queríamos sacar una instantánea de ese viaje digital que ya no tiene vuelta atrás, y evaluar el índice de confianza de las organizaciones a la hora de adaptarse a este nuevo paradigma digital”, nos explicaba Carlos Cordero Deline, recién nombrado CTO de Fujitsu en España. “Y hemos notado que cuando se indaga un poco más sobre los datos del estudio, el asombroso grado de optimismo empresarial inicial que llega casi al 100% se torna en otras consideraciones. Así, sólo una de cada cuatro empresas realmente confía en sus decisiones digitales, mientras que dos de cada tres llegan a admitir un factor de incertidumbre en el éxito de sus proyectos digitales, por no mencionar los que consideran que se gasta demasiado dinero en lo nuevo y se olvida mucho de lo básico, o tienen una estrategia levemente confusa o poco clara. Y permitidme que hable de mi libro, el 68% reconoce necesitar un partner estratégico”.

Todo esto hay que ponerlo en contexto planetario, un inexorable progreso que nos llevará a los 9.600 millones de habitantes en 2050, una cuarta parte con más de 60 años. 35 megacities de un tamaño superior a los 10 millones de personas supondrán un tremendo desafío en cuanto a gestión de transportes, de sanidad, de energía, de servicios, de recursos… En 2020, 50.000 millones de chismes que hablen IP estarán conectados a la Red. La capacidad de cómputo que se puede comprar por cada mil dólares tiene una curva ascendente exponencial; esto ayudará a poder disponer de toda la inteligencia en el corazón de los CPD gestionados por software y en los bordes periféricos de la Red (IoT). Las posibilidades están ahí, y empresas como Fujitsu se mueven en una visión que tiene como fin desarrollar una sociedad más inteligente basada en las capacidades de las personas, donde se crea valor conectando infraestructuras y talento.

Carlos Cordero acaba de ser nombrado nuevo CTO de Fujitsu España
Carlos Cordero acaba de ser nombrado nuevo CTO de Fujitsu España

Volviendo al estudio “Equilibrio en el camino digital”, la transformación digital se mueve en tres ejes: el de la hiperconectividad, el de la velocidad del cambio, y el de la generación de ingentes volúmenes de información. Las empresas para responder a este reto deben desplegar mucha tecnología para acercarse a clientes y consumidores, y ésta debe integrar sus ERP y CRM con la nube, la movilidad, los medios sociales, la analítica… Un dilema que debe hallar el justo equilibrio entre adoptar soluciones innovadoras pero que a su vez deben correr por infraestructuras aún sin amortizar.

“Un 90% quieren acelerar el proceso y por ello, en cuanto a la financiación, las dos terceras partes destinan una gran parte de su presupuesto a la innovación digital y muy poco a las operaciones de TI cotidianas (lo justo “para mantener la luz encendida” que dicen los americanos), una diferencia mucho más marcada en España que en el resto de países encuestados. El deseo de transformación apenas deja tiempo para pensar a largo plazo”, dice Cordero.

En cuanto a los beneficios que aporta esta digitalización, un 55% confían en que servirá para retener y atraer talento en sus organizaciones y un 46% que permitirá aumentar la velocidad del go-to-market. Productividad, ganar y fidelizar clientes, atraer nuevos ingresos y reforzar la seguridad de las operaciones son otras razones igual de válidas. Pero tienen un coste de oportunidad, de la misma manera que se invierte para conseguirlas, no hacer nada supondrá el perderlas. Hay que acelerar el proceso, porque si se retrasa uno frente a la competencia se corre un serio riesgo de quedarse fuera. “Y es que los nuevos disruptores nativos digitales salen sin apenas Capex y gozan de un ridículo Opex; no se puede competir contra eso si los engranajes de las empresas se mueven con unos presupuestos del siglo pasado”. Y añade el CTO de Fujitsu: “Es necesario que los directivos de las organizaciones definan las prioridades y gestionen el camino a la transformación digital, y que estén en marcha, para alcanzar el éxito”.

 Radiografía por sectores

Banca: necesita responder a los retos de un marco regulatorio, bajos tipos de interés, nuevos competidores con servicios como monederos digitales, préstamos entre particulares y pagos móviles. Sus responsables muestran un alto nivel de confianza con respecto a la digitalización, y destacan como principales objetivos estratégicos la eficacia operativa (48%) y la fidelización de los clientes (45%).

Utillities: este tradicional sector se está convirtiendo cada vez más en un creador de información, desde donde se obtienen datos a partir de equipos, productos y servicios para impulsar la productividad, reducir los costes y mejorar la calidad. Existe el máximo interés por acelerar el proceso hacia la transformación digital. Sin embargo el principal desafío es integrar las nuevas soluciones con las infraestructuras ya existentes (36%).

Retail: tener un catálogo online no es suficiente, las organizaciones se enfrentan ahora al desafío de atraer clientes y mantener su fidelidad, en una amplia variedad de dispositivos, canales y plataformas. Por eso se está intentando poner al día más que ningún otro sector, deseosos de agilizar el proceso (79%), mientras que el 34% creen que se están quedando atrás. Como principales objetivos, están la optimización de los procesos empresariales (58%) y experiencia de los clientes (42%).

Administraciones públicas: los gobiernos están adoptando la transformación digital para ahorrar costes y dar un mejor servicio a los ciudadanos para acceder fácilmente a la información y a los servicios online. Hay una presión de tiempo y costes. Destaca la necesidad de aumento de la eficacia operativa (52%).