Ganar la ciberguerra a los malos exige intercambiar información y crear un bloque común

Para los expertos el principal peligro es la fragmentación.

Los efectos de las ciberamenazas no conocen de límites formales ni geográficos. La única resistencia posible pasa por la creación de un bloque de resistencia común. La unión hace la fuerza.

Esta es la principal conclusión de Rich Boyer, arquitecto jefe de seguridad del NTT Innovation Institute, y de Neil Campbell, gerente general de Seguridad del Grupo Dimension Data. Este último cree que ha llegado el momento de que Gobierno, sectores de las TIC y la seguridad intercambien información.

Para Boyer “internet es un oído colectivo: un grupo de multitud de redes individuales. Al menos que colaboremos […] sobre lo que vemos y lo que demuestran las investigaciones, estamos poniendo en bandeja a los ciberdelincuentes aquello de ‘divide y vencerás’”.

Controlar las amenazas supone tener un conocimiento profundo de todos los componentes de la red. Solo entonces es posible crear respuestas sólidas. “Ya no podemos permitirnos el lujo de optar por un enfoque de la seguridad fragmentado”, considera Cambell.

Los éxitos del hampa virtual no son casualidad. Se dedican “meses e incluso años” en la obtención de datos para llevar a cabo golpes que se desarrollan en un corto período de tiempo. Es el caso del ataque a 30 bancos que culminó en un robo estimado entre 300 y 1.000 millones de dólares.

“Los ciberdelincuentes habían acechado las redes de los bancos durante más de un año y habían obtenido un conocimiento profundo de los procesos y los sistemas”, pronunció en un discurso en el Debate sobre el Estado de la Nación en enero.

Adelantarse a los atacantes es crucial. Para esto Boyer cree que la creación de un “foro público que se actualice continuamente” es un paso necesario. Además de este archivo público también considera necesario establecer un mecanismo que evite que las actividades ilegales se reanuden en otra parte.