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La compañía más popular en búsqueda por Internet está teniendo problemas en Brasil. La razón es una de sus filiales más famosa, Orkut, un sitio web descrito por ellos mismos como una comunidad virtual en la que se puede conocer gente nueva con intereses similares, el cual desde su creación en Brasil en enero del 2004 ha disfrutado de un gran éxito y recibe unos 25 millones de visitas al mes.
La asociación brasileña Safernet, que actúa como “central nacional de denuncias de crímenes cibernéticos”, asegura que, a parte de las legítimas comunidades de amistad, amor, deportes etc. hay otras muchas donde se juntan personas con intereses pedófilos, nazis u otros ilegales y que ahí es donde se encuentra el problema. Pero la compañía americana se niega a ceder a los investigadores brasileños la información que tengan y que permitirían identificar a los usuarios de estas comunidades que llevan a cabo prácticas ilegales.
El director jurídico de Google, David Drummond, ha declarado en el congreso brasileño. Allí ha dicho que les gustaría “ayudar a las autoridades”, pero que la base de datos está almacenada en los servidores estadounidenses y, por tanto, no están sometidos a la ley brasileña.
La razón por la que Google no quiere ceder a estas peticiones es porque esto supondría un claro precedente y teme futuras protestas y peticiones en otros países si cede a esta concesión; aunque por otro lado, la compañía quiere evitar un escándalo internacional que pueda empañar su imagen y hacerle perder anunciantes, como ha sucedido con Orkut en Brasil.
Alexandre Hohagen, el jefe de la empresa en Brasil, está citado en noviembre por un tribunal brasileño. El fiscal podría castigar a Google con una multa de 100.000 dólares por cada día de retraso en la presentación de los documentos que estos solicitan