Herrero critica el “exceso de administraciones” y quiere devolver a la CEOE a la primera línea

“Se abre una nueva etapa. Una etapa en la que las empresas grandes y pequeñas estén unidas”. Arturo Fernández, el presidente de los empresarios madrileños CEIM, era el maestro de ceremonias en el turno de Santiago Herrero en los desayunos del Foro Nueva Economía. La semana pasada Joan Rosell presentó sus propuestas como presidenciable. Herrero, “un hombre de acuerdos, de diálogo”, según su introductor, le tocó tomar el relevo a pocos días de que se cierre el plazo para presentar candidaturas a la presidencia de la patronal.
Herrero saludó a los presentes, a los que confesó que era “muy estimulante que reuna a tantas personas interesadas”. La sala del Ritz en la que se celebraba el desayuno estaba muy llena, tanto que había quien se había quedado sin mesa. Y mientras los afortunados que sí habían conseguido café apuraban sus tazas, Herrero empezó a desgranar sus propuestas. Herrero recordó que España ha conseguido colarse en los primeros puestos económicos. “No debemos renunciar a ellos bajo ningún concepto”, alertó, y recordó que la crisis “parece que ha llegado para quedarse” y que hay que hacer las reformas necesarias para salir de la misma.
España está perdiendo por falta de competitividad y porque está destruyendo empresas y empleo. “Exige una respuesta fuerte y decidida”, aseguró.
Como líder de la patronal, Herrero exigirá reducir los “excesos”, algo “inevitable y urgente”, de un país cargado de funcionarios y con un elevado gasto. “La etapa de austeridad va a ser prolongada”, ha alertado, recordando, eso sí, que no se deben recortar gastos en infraestructura, I+D e internacionalización. Herrero quiere una reordenación del sector público español, al que ha criticado “exceso de administraciones” con “solapamientos”. El candidato ha puesto un ejemplo: en España hay 8.000 municipios, frente a los 3.000 de Francia.
El presidenciable ha reclamado “administraciones más pequeñas y eficientes”, al tiempo que ha exigido que no se suban los impuestos y ha apostado por reducirlos para atraer la inversión y reducir el paro.
Santiago Herrero ha reclamado, de hecho, una retahíla de reformas: energía, justicia, educativa o laboral, y eso son sólo unas pocas. La reforma laboral le parece inevitable: debe modificarse la política de empleo y debe abaratarse la mano de obra. Reestablecer el diálogo social, alertó, es una tarea urgente. En un país en el dos millones de parados se habían considerado ya pleno empleo, “algo falla”.
El candidato ha exigido también unidad de mercado, sin fragmentación por autonomías (y ahí quién quiso pudo ver una velada pulla a Joan Rosell, el candidato de Foment) y ha invitado a recolocar a la CEOE en la posición que se merece. “Hemos visto tiempos difíciles y nuestro liderazgo está resquebrajado”, ha asegurado, aunque en el turno de preguntas a echado la culpa de esa situación “a las circunstancias” y no a Gerardo Díaz Ferrán, el polémico presidente saliente. Así se explicaría que la patronal se haya caído en algunas importantes citas económicas de las últimas semanas.
“Soy consciente de que no planteo una tarea fácil, pero no es imposible”, señaló en un punto. Para ello ya camina, o eso apunta, de la mano con Jesús Banegas, el presidente de la patronal tech, AMETIC.