Historias de Bell Labs, la perla que va a comprar Nokia

Entre los activos y el talento que Nokia ganará con su adquisición de Alcatel-Lucent destacan los míticos Bell Labs, fuente de cuantiosas innovaciones tecnológicas.

Fueron acumulándose los rumores y la noticia acabó por confirmarse con un buen número de detalles y declaraciones. Nokia va a comprar a quien hasta ahora había sido su rival: Alcatel-Lucent. El negocio que acabará absorbido ha sido tasado en 15.600 millones de euros. La operación debería quedar cerrada antes del verano de 2016. La sede de la organización continuará ubicada en Finlandia. Francia, Alemania, Estados Unidos y China serán otros mercados de peso. Rajeev Suri prolongará su estancia en la butaca de CEO, cargo que ya ejerce en la firma nórdica, mientras que Risto Siilasmaa asumirá el puesto de presidente. La compañía resultante mantendrá el nombre de Nokia Corporation.

Y la combinación de fuerzas tendrá un claro componente innovador, con una plantilla de unos 40.000 profesionales dedicados a tareas de investigación y desarrollo y una capacidad de inversión en I+D que llegó a los 4.700 millones de euros el año pasado.

Entre los activos que engrandecen esta situación se encuentran, nada más y nada menos, que los Bell Labs. Se trata de una captura de las grandes y en Nokia lo saben. En el futuro que ya se está perfilando ante nuestros ojos,nuestra capacidad de innovación será extraordinaria, juntando el motor de I+D de Nokia con el de Alcatel-Lucent y sus icónicos Bell Labs”, ha reconocido el propio Rajeev Suri, que valora el hecho de que Nokia y Alcatel-Lucent cuenten con “tecnologías sumamente complementarias”, convirtiendo este acontecimiento en “un trato adecuado, con la lógica correcta, en el momento preciso”.

Este mismo directivo ya habla de “contar con la escala para liderar en todas las áreas en las que elijamos competir, impulsar un crecimiento rentable, satisfacer las necesidades de los clientes globales, desarrollar nuevas tecnologías, construir sobre nuestra exitosa licencia de propiedad intelectual y crear valor para nuestros accionistas”.

“Juntos, Alcatel-Lucent y Nokia tienen la intención de liderar en tecnología y servicios de red de próxima generación, con la mira de crear conectividad constante para personas y cosas estén donde estén”, ha dicho. Por esa misma dirección se ha encaminado Michel Combes, todavía CEO de Alcatel-Lucent, al aventurar las consecuencias de la fusión. “Una combinación de Nokia y Alcatel-Lucent ofrecerá una oportunidad única para crear un campeón europeo y líder mundial en la banda ultra ancha”, comenta Combes, que aporta a la ecuación las “redes y aplicaciones cloud”.

También añade frases como: “esta transacción llega en el momento justo para fortalecer la industria tecnológica de Europa”, “estoy orgulloso de que las fuerzas conjuntas de Nokia y Alcatel-Lucent estén listas para acelerar nuestra visión estratégica” o “creemos que nuestros clientes se beneficiarán de nuestra capacidad de innovación mejorada y un motor de I+D incomparable bajo la marca Bell Labs”.

Y es que, a pesar de la adquisición y de que no es Alcatel-Lucent la que va a pagar por ella, los Bell Labs no desaparecerán como tales, ni mucho menos. Nokia quiere seguir usando su sello, conocido a nivel internacional, con el objetivo de profundizar en el perfeccionamiento de las redes, explotando todo lo que éstas pueden dar de sí todavía. Una vez bajo su domino, el aparato de Bell Labs aportará investigación y ofrecerá consultoría, según se ha explicado en el comunicado oficial sobre el acuerdo. Y esto supone seguir dando vida a casi un siglo de historia dentro de una compañía que no es en absoluto una novata.

Innovando desde 1925

Fuente-Shutterstock_Autor-Brian A Jackson_innovacion-ideasLos Bell Labs fueron fundados allá por el año 1925, cuando Nokia ya llevaba sesenta años en pie, tras ser creada en pleno siglo XIX por el ingeniero Fredrik Idestam. Eso sí, Idestam había armado su idea en torno al negocio de las plantas de celulosa que, bastante más adelante, se fusionó con el fabricante de botas de goma Finnish Rubber Works y el de telefonía Finnish Cable Works. La moderna Nokia Corporation ha tenido tiempo suficiente para experimentar por igual el éxito rotundo y los problemas derivados de un mundo tecnológico cada vez más competitivo. Hace tan sólo un año marcó en su trayectoria un punto de inflexión con la venta de la práctica totalidad de su división de servicios y dispositivos a Microsoft. Ahora, con la absorción de Alcatel-Lucent, comienza una nueva etapa.

No sabemos si el trabajo de alguno de los integrantes actuales de los Bell Labs acabará siendo galardonado con un premio de prestigio. El reconocimiento más reciente, el Brain Prize 2015, le fue concedido a David Tank, Winfried Denk, Karel Svoboda y Arthur Konnerth por desarrollar un microscopio de dos fotones.

Lo que sí podemos decir es que por las filas de estos laboratorios han pasado investigadores que, en un momento u otro de la historia, han recibido un premio Nobel. Uno de ellos en química, justo el año pasado por el microscopio fluorescente de alta resolución, y siete en física, entre los años 1937 y 2009. Hablamos, por este orden, de descubrimientos del calibre de las ondas de materia, el transistor, la posibilidad de atrapar átomos con láser, el efecto Hall cuántico fraccionario, el denominado fondo cósmico de microondas que está vinculado a las indagaciones sobre el Big Bang, la teoría de la materia condensada y el dispositivo de carga acoplada o, directamente, CCD.

Asimismo, distintos miembros de Bell Labs, o incluso la propia institución como entidad, han ido acumulando a lo largo de las décadas más de dos decenas de Medallas Nacionales de Ciencia y de Tecnología e Innovación de los Estados Unidos, tres premios Turing, tres premios Kyoto, otros tres galardones de la Marconi Society a toda una vida de logros, ocho de los conocidos como Marconi International Fellowship Award, cuatro premios Draper, tres premios Japón, nueve premios C&C, dieciséis Medallas de Honor IEEE… ¡y, por si esto fuera poco, hasta un Óscar, un Grammy y un Emmy!

Y es que gente como John Pierce y Claude Shannon, conocidos respectivamente por sus contribuciones a la tecnología de comunicación por satélite y la teoría de la información, han formado parte de este centro del saber. La pareja formada por Richard Frenkiel y Joel Engel, mientras tanto, avanzaron allí en las redes para telefonía móvil. No nos podemos olvidar de Kenneth Thompson y Dennis Ritchie, que también han estado asociados a los Bell Labs. En su caso son los padres del sistema operativo UNIX. Ritchie fue asimismo el cerebro detrás del lenguaje de programación C. Luego Bjarne Stroustrup se encargó de C++.

Otros logros que de una u otra manera le debemos a esta perla en términos de innovación son, por ejemplo, el micrófono electret, el chip procesador digital de señales, la célula fotoeléctrica o el láser.

Ahora, cuando los Bell Labs están a punto de cambiar otra vez de manos, tras haber pertenecido a AT&T, Western Electric, Lucent Technologies y, más recientemente, a Alcatel-Lucent, sólo queda esperar y apostar por más inventos.