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A pesar de todas las bondades que ofrece la virtualización, lo cierto es que esta tecnología también conlleva ciertos riesgos. Al menos así lo entiende Jorge Fernández, director técnico de HP ProCurve, que señala que la transformación que están viviendo los centros de datos está haciendo que los administradores de red “pierdan el control” de las infraestructuras corporativas.

Según Fernández, hasta hace poco cada servicio iba ligado a una máquina física y a un puerto de red, algo que ha cambiado con el ‘boom’ de la virtualización, donde cada plataforma física soporta varios servidores virtuales en los que se ejecutan simultáneamente diferentes servicios que además pueden “moverse” en caliente, sin ningún tipo de parada. “De este modo, ahora el administrador no sólo tiene que controlar todas las máquinas virtuales que acceden a través de un único puerto, sino también la movilidad que estas plataformas pueden sufrir como consecuencia de la consolidación y regeneración de servicios en el centro de datos”, afirma Fernández.

Para dar respuesta a estos nuevos retos, HP ProCurve propone la implementación de una arquitectura de alto rendimiento asentada sobre sus conmutadores 8212, 5400 y 3500. Se trata de una propuesta que garantiza la interoperabilidad con soluciones de otros fabricantes y que está encaminada a proporcionar una gestión centralizada de toda la infraestructura corporativa, con el fin de que el administrador identifique rápidamente cada plataforma virtual y le otorgue los recursos de red que necesita en cada momento.
Para ello, se abre un puerto lógico por cada servidor virtualizado, de modo que el administrador puede gestionar cada servicio por separado, aplicando la política de seguridad más conveniente y controlando el ancho de banda disponible.