Así debería protegerse tu negocio del ransomware

Crece un 12% el riesgo de ransomware en España, según Avast

La compañía de seguridad Kaspersky Lab aconseja, entre otras cosas, hacer “backups” frecuentes de la información para evitar perderla a causa de una infección por malware.

Cada vez más empresas son conscientes del peligro que entraña el ransomware. Pero la presencia de este malware que cifra archivos y secuestra sistemas a cambio de una recompensa sigue causando estragos.

Así lo advierte Kaspersky Lab que, en uno de sus estudio con B2B International, ha certificado que el 45 % de las organizaciones ya señala como amenaza importante al ransomware frente al 37 % de 2014.

Lo malo es que “los ataques de cryptomalware son rentables y cada vez más populares entre los cibercriminales”, tal y como explica David Emm, investigador principal de Seguridad en Kaspersky Lab. De hecho, “las empresas a menudo pagan sin darse cuenta de que no hay ninguna garantía de que sus datos vayan a ser desbloqueados cuando lo hagan”, señala Emm, que recuerda que “existen nuevas pruebas de que el ransomware mal codificado puede implica que alguna información nunca se recuperará”.

Basta con recordar un par de números: en un periodo de 100 días, el infame CryptoLocker habría acumulado 30 millones de dólares. Y ésa no es la cifra más alta. Se calcula que los cibercriminales detrás de CryptoWall habrían ganado unos 325 millones de dólares.

¿Qué se puede hacer para paliar sus efectos? Para evitar la acción de este software que se cuela en las empresas a través de adjuntos y enlaces, Kaspersky Lab tiene una serie de recomendaciones.

“La mejor manera de proteger los datos y los activos de la empresa es implementar medidas integrales de ciberseguridad que cubran todo, desde la infraestructura y el almacenamiento a las redes móviles”, aconseja David Emm. “Todo ello acompañado de sensibilización y la educación de los empleados”.

“Además”, añade Emm, “es esencial que los datos sean copiados con regularidad, para que la empresa no se encuentre en la ingrata posición de tener que elegir entre pagar el rescate o perder los datos”.