La industria del videojuego en España consolida su crecimiento

El Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos 2015 aporta datos que confirman la importancia y el importante desarrollo del sector.

412,4 millones de euros facturados durante 2014. Este es uno de los principales datos que se extraen del Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos en su edición de 2015. Este dato se reparte, prácticamente, entre Madrid y Cataluña, que juntas congregan el 88% de la facturación nacional.

Elaborado por la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento, DEV, con la colaboración de 200 empresas e instituciones, la segunda edición de este libro permite establecer una evolución del sector respecto al año pasado. Así, se explica que en doce meses ha aumentado su facturación un 31% respecto a 2013. De confirmarse las expectativas de crecimiento, la industria alcanzaría para el año 2018 los mil millones de euros de facturación.

Una información nada sorprendente si se tiene en cuenta que el mercado español es uno de los más fuertes, hablando de videojuegos: el cuarto de Europa y el noveno mundial, según datos de la empresa de investigación Newzoo.

Otro de los datos de interés del estudio está relacionado con el empleo: en un momento de baja contratación, esta industria ha sido una de las pocas en generar trabajo. En concreto, a lo largo de 2014 ha conseguido sumar un 28% de trabajadores más. La parte negativa es que la tasa de empleo femenino en el sector sigue siendo muy baja, apenas un 18%, aunque mejora en un 2% el dato de 2013.

Estos empleados se reparten entre más de 400 empresas, actualmente en activo: un 21% más de las que había en 2013. La mayoría son start-up o empresas de reciente creación, que han aparecido aprovechando el auge de los juegos para móviles, y atendiendo al número de empleados, son en su casi totalidad PYMES, ya que sólo un 4% tienen más de 50 trabajadores.

En definitiva, el del videojuego se presenta como un sector al que no perder de vista.