Innovación tecnológica ante los nuevos mercados

España, aunque sigue ocupando el segundo puesto como referente turístico a nivel mundial, en la actualidad tiene que competir con otros destinos turísticos emergentes, sobre todo, en lo referente al producto de ‘sol y playa’.
Los países del Mediterráneo oriental como Turquía, Egipto, Bulgaria, Croacia, Marruecos o Túnez ofrecen unos precios muy competitivos, lo que provoca que cada vez un mayor número de turistas británicos, alemanes, franceses o italianos, que hasta ahora habían sido nuestros principales mercados emisores, elijan estos destinos para pasar sus vacaciones. Ante esta creciente competencia, el sector hotelero español se debe renovar con nuevos servicios y productos. Eso es lo que nos va a permitir la diferenciación con respecto a los competidores, lo que va a ofrecer un valor añadido a la oferta, ganar nuevos mercados, y en definitiva, ser cada vez más competitivos.
En este sentido, las nuevas tecnologías pueden aportar soluciones más que interesantes ya que, además de incrementar sus ofertas, los hoteles deben buscar nuevas maneras de operar, de crecer, en definitiva, nuevas formas de hacer las cosas.
La Visita virtual interactiva, es un ejemplo de estas nuevas herramientas tecnológicas que contribuirán a mejorar la comercialización de nuestros hoteles. Esta solución de visualización permite a los clientes potenciales “pasear” por el hotel sin estar en él, ofreciéndole la posibilidad de conocer todas las prestaciones y detalles del mismo antes de efectuar la reserva.
Otro tipo de soluciones tecnológicas como la bimetría, las pasarelas de pago o los sistemas de seguridad CCTV, pueden suponer igualmente una importante inyección al negocio, sobre todo, si tenemos en cuenta que el 40% de las reservas de alojamiento a través de Internet tiene su origen en clientes fuera de nuestras fronteras.
Sin duda alguna, estas singulares innovaciones contribuyen a mejorar la relación con el cliente y su grado de satisfacción, a aumentar la notoriedad del mismo y a mejorar los servicios que se prestan a los huéspedes, lo que se traduce en un mayor número de ventas y por tanto, en una mejora de la cuenta de resultados del hotel. Entonces, ¿qué pasa que la tecnología no acaba de implantarse en los hoteles españoles? ¿Por qué se mantiene ese recelo ante cualquier atisbo de implantación tecnológica?

El mercado hotelero español está aún fuertemente atomizado concentrándose en las manos de pequeñas empresas familiares consecuencia del ‘boom’ hotelero acontecido en España en los años ´60. A lo largo de todos estos años, estos pequeños hoteles han ido creciendo, hasta convertirse en las grandes cadenas hoteleras que hoy conocemos.
Sin embargo la mentalidad de sus directivos no ha cambiado al mismo ritmo y, aunque la calidad del servicio que se presta en estos establecimientos ha ido creciendo, desde sus directivas se ha mantenido el miedo a incorporar soluciones tecnológicas de última generación, por muy bien avaladas que hubieran venido.
Los empresarios hoteleros españoles aún no son conscientes del papel tan importante que pueden desarrollar las nuevas herramientas tecnológicas, mostrando un cierto recelo hacia las mismas. Los empresarios de este sector tienen que comprender que los clientes ya no sólo buscan un hotel con desayuno buffet o con diversas instalaciones deportivas y de ocio para pasar sus vacaciones de verano, ahora los huéspedes demandan establecimientos que les aporten un valor añadido a sus días de vacaciones.
Así pues, los clientes empiezan a decantarse por un hotel u otro, en función de la posibilidad que tienen de conocer previamente cada rincón del mismo, en función de la seguridad que les proporcione, de la comodidad que les garantice y, en muchas ocasiones, sencillamente de la imagen que les proyecte. Y claro está que un establecimiento moderno, innovador, o tecnológicamente a la última “vende” más que cualquier otro que presente carencias en este sentido.
Afortunadamente esta situación también está cambiando en los últimos años y aunque esta cultura familiar ha llevado al sector hotelero a una implementación tecnológica muy lenta, el cambio generacional y la revolución imparable de Internet han hecho que se empiecen a experimentar cambios más profundos. Así pues, es interesante señalar que hoy en día, un 67,4% de los establecimientos hoteleros declara tener página web, es decir, un 11,5% más que en 2006.

De hecho, hay establecimientos que aseguran que hasta un 55 por ciento de sus reservas de alojamiento se hacen a través de Internet, algo impensable hace algunos años. Asimismo, muchos hoteles han pasado de usar centrales de reservas para atraer a sus clientes a fomentar sus propias páginas corporativas para ello.

 
Hacer de la tecnología algo cotidiano

Ese es el objetivo, sin duda, a medio plazo. Por lo tanto, a pesar del evidente retraso tecnológico que sufre la industria hotelera en nuestro país, los nuevos empresarios hoteleros, descendientes de las míticas sagas familiares que se iniciaron en el negocio hotelero aprovechando este ‘boom’ de los años 60, están empezando a valorar las nuevas soluciones tecnológicas.
Muestra de ello es que el 96 por ciento de las empresas con más de 10 empleados y el 56 por ciento de las micropymes tienen acceso a Internet. Además, el 84 por ciento de las empresas hoteleras dispone de página web, de acuerdo con el estudio ‘Diagnóstico tecnológico del sector hotelero’, elaborado por Red.es en colaboración con el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH).
Estos datos reflejan que de una forma u otra, la tecnología empieza a tener presencia en las empresas hoteleras. Ahora bien, para que estas herramientas no sólo supongan un elemento de innovación en el hotel, sino que representen un verdadero valor en la estrategia empresarial del negocio hotelero, es necesario llevar a cabo un estudio de los costes y beneficios que esa solución tecnológica lleva incorporados, en el que además se determinen los objetivos que se quieren conseguir y qué es lo que se quiere mejorar.
Los gerentes de los hoteles tendrán que subirse al tren de las nuevas tecnologías para competir en un mercado con una oferta de gran calidad y variedad, que en la actualidad se amplía más allá de las fronteras españolas con los países emergentes del Mediterráneo.
Ahora bien, no se trata de convertir nuestro establecimiento en lo que hoy conocemos como “hoteles tecnológicos”, sino de mantener la singularidad de cada establecimiento aprovechando las oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías y adaptarlas al día a día de la actividad hotelera. Sólo haciendo que la tecnología se abra paso y se generalice su uso, conseguiremos elevar el nivel de los hoteles en España.