Intel planea desarrollar una flota de más de 100 vehículos plenamente autónomos

Los primeros modelos de prueba estarán listos este mismo año, gracias a la adquisición de Mobileye.

Intel ha finalizado la oferta pública de adquisición de las acciones ordinarias en circulación de Mobileye. Y ahora ya hace planes a lo grande sobre conducción autónoma, que pasan por dar vida a una flota de vehículos plenamente autónomos.

Como subsidiaria de la firma de Santa Clara, Mobileye tiene previsto desarrollar más de 100 automóviles de nivel 4 SAE entre los que se incluirán diferentes tipos y marcas. Éstos serán probados en varios lugares del mundo, entre ellos Europa.

Los primeros vehículos deberían estar listos antes de que termine el año y recurrirán a una solución híbrida, usando tanto tecnología con origen en Mobileye como de Intel. Mobileye aportará visión artificial, sensores, fusión, cartografía y directrices de conducción, mientras que Intel contribuirá con plataformas informáticas abiertas y experiencia en centros de datos y 5G.

“Desarrollar rápidamente 100 coches de prueba demostrará que este sistema híbrido puede adaptarse para satisfacer las necesidades de los consumidores”, dice Amnon Shashua, que será el CEO y responsable tecnológico de Mobileye. Según Shashua, “ninguna de las dos empresas podría haber afrontado este reto por sí sola, pero dadas las capacidades con las que contamos entre ambas compañías, es posible desarrollar una flota autónoma de vehículos de prueba de manera casi inmediata”.

La intención es “allanar el camino para que los fabricantes de coches puedan producir vehículos autónomos lo antes posible, reduciendo los costes. Los datos que recabemos servirán para generar importantes ahorros de costes para nuestros clientes”, dice el directivo. “Producir coches y probarlos en las condiciones del mundo real proporciona información inmediata y acelerará el desarrollo de tecnologías y soluciones para vehículos alta y completamente autónomos”. Además, “la diversidad geográfica resulta muy importante, puesto que cada región tiene su propio estilo de conducción, así como carreteras en unas condiciones diferentes y señales de tráfico particulares”.

Al final lo que se pretende es “desarrollar tecnología para vehículos autónomos que pueda ser implementada en cualquier lugar, lo cual implica que debemos probar y entrenar a los vehículos en diversas ubicaciones”, recalca Amnon Shashua.