Julian Assange anuncia su intención de abandonar la embajada londinense de Ecuador donde permanece refugiado

Esta mañana Assange ha ofrecido una larga y prolija rueda de prensa en la que estuvo acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño. Además de mencionar la necesidad de que se produzcan cambios en el sistema legal británico de extradición debido a su situación personal también se ha referido a los perjuicios para su salud que han ocasionado el encierro de dos años sin abandonar las oficinas diplomáticas ecuatorianas. Recordemos que Assange no puede ni siquiera salir al pasillo del edificio puesto que al no pertenecer a la embajada no se considera suelo ecuatoriano, y que su único contacto con el aire libre durante estos dos años son las ocasionales salidas que hace al balcón de las dependencias donde se encuentra.

Mientras en Suecia aún se reclama la extradición de Assange por estar acusado de abusar sexualmente de dos mujeres, la policía británica mantiene un operativo de vigilancia durante las 24 horas del día que ya ha costado más de 7 millones de euros. Assange manifiesta que su preocupación no es afrontar las acusaciones de la justicia sueca sino que en caso de abandonar la embajada ecuatoriana y ser detenido se solicite su extradición desde Estados Unidos de América, donde correría igual o peor suerte que el soldado Bradley Manning, quien facilitó gran parte de la información clasificada como confidencial que WikiLeaks puso a disposición de Internet referida a las actividades poco conocidas de gobiernos y ejércitos estadounidenses y de otros países. A pesar de que Estados Unidos no ha formulado acusación en su contra ni reclamación contra él, el temor es que lo haga en el momento en que abandonase su actual refugio diplomático.

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Assange estaría experimentando diversos problemas de salud tales como arritmias cardíacas, hipertensión y problemas respiratorios que se habrían convertido en crónicos, todo ello derivado de su largo encierro, y esas serían las razones principales para abandonar la embajada afin de recibir tratamiento médico.

El ministro de Asuntos Exteriores ecuatoriano ha expresado su voluntad de continuar buscando un salida negociada y legal para la situación, pidiendo que se respeten los derechos humanos de Assange.

vINQulo

The New York Times