“Karina anticopia”, invento español contra los piratas del cine

Como los grandes inventos de este siglo este se produjo al azar. José Toledo propietario de un cine en Calahorra, preparaba su cámara para filmar la boda de Karina, una amiga de su hija. Mientras graba con la cámara estuvo manipulando el mando a distancia del televisor y al reproducir el video observó que en las imágenes aparecía una luz parpadeante.

Al día siguiente preparó cuatro mandos a distancia detrás de la pantalla de su cine, comprobando que la cámara registraba esas molestas lucecillas. Con un técnico amigo suyo afinó el dispositivo que fue patentado con el número P200402117 como un sistema perturbador de vídeo y fotografía.

Según sus creadores también vale para reventar grabaciones de conciertos y otros espectáculos en vivo, formar mensajes con el logo de la productora o avisos contra la piratería, además de poder utilizarse un sistema similar con distintas longitudes de onda para impedir el filtrado en las cámaras.

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Sin embargo, después de tres años de patentar el dispositivo, no parece interesar a nadie, por lo que hay que preguntarse si al sector le interesa una “mula domesticada”. A la industria española con la voraz SGAE a la cabeza seguro que sí, siempre es más rentable vivir de los canon y de las subvenciones.

Este artilugio se une a otros como las gafas de visión nocturnas del que hablábamos aquí, aunque sin duda los mejores sistemas antipirateo para los estrenos de cine siguen siendo los caseros. Entre ellos cuando la filmación registra el movimiento del personal que entra tarde a la sesión o cuando van al baño. Otro sistema sería el de las palomitas ladrando en la boca del espectador de al lado o las toses cansinas del que está resfriado. Uno de los que más me gustan es cuando el mismo filmador se queda dormido y los ronquidos inundan la grabación con un sonido “dolvisinrun” difícil de clasificar. µ

vINQulos
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