La apertura del cortafuegos chino a la prensa y la inmoralidad del COI

Las presiones del Comité Olímpico Internacional, presionado a su vez por la comunidad internacional de periodistas ha dado resultado. Lamentablemente, los responsables de algunos medios que ahora podrán realizar su trabajo con normalidad, no han movido (ni moverán) un dedo por las decenas de millones de Internautas chinos que sufren un control y censura brutal. El Comité Olímpico Internacional mucho menos; ya tiene su acuerdo mediático y quiere que los periodistas hablen de deporte y nada más.

El tema había saltado a la luz pública y levantado amplias ampollas a pocos días del inicio de los Juegos cuando los funcionarios del COI afirmaron que no habría censura a los periodistas y estos insistían que había sitios bloqueados.

Ahora Gunilla Lindberg, vicepresidente del COI anunció el fin de las hostilidades con un lacónico “El tema ha sido resuelto” (para ella y los inmorales intereses del COI y de algunos medios que sólo interesa rentabilizar su inversión en la retransmisión del evento). “La comisión de coordinación del COI y el BOCOG (organismo responsable de Pekín 2008) se reunieron anoche y se pusieron de acuerdo. El uso de internet será como en cualquier otro Juego,” agregó.

La realidad es bien distinta y el mismo jefe de prensa del COI, Kevan Gosper admitió que algunos sitios considerados subversivos por el gobierno chino seguirán bloqueados. “Los sitios relacionados con pornografía o los que, en opinión del gobierno nacional, son subversivos o contrarios a los intereses nacionales, permanecerán bloqueados, y eso es normal en la mayoría de los países del mundo,” sostuvo Gosper. Lamentable, menudo acuerdo el del COI…

El organismo de defensa de derechos humanos Amnistía Internacional, cuyo sitio de internet está entre los censurados en China, condenó las restricciones como algo que “compromete a los derechos humanos fundamentales y traiciona los valores olímpicos.”

Reporteros sin fronteras, muy crítico con el COI y con China, que mantenía su web bloqueada desde 2003, se mostró escéptico: “Esto es una buena noticia, pero sigue siendo inaceptable que el gobierno chino pueda decidir, según su opinión, que sitios estarán accesibles para los 235 millones de chinos sujetos a una censura masiva en la Red”.

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