“La gente se acerca a proveedores de cloud con una visión económica a veces irracional”

El del cloud es un mercado en auge; su creciente demanda está obligando a los gigantes de la industria a mejorar y optimizar sus ofertas. Es el caso de IBM, que acaba de presentar una serie de mejoras en su oferta cloud.

Si hubiera que sintetizar todo lo que acaba de lanzar el Gigante Azul con respecto al Cloud, Juan Claudio Agüi, director de la Oferta de Servicios de IBM Global Technology Services, hablaría de “una vuelta de tuerca a la oferta cloud de IBM”.

El reciente anuncio que IBM acaba de hacer es en realidad, una continuación de anuncios dentro del progreso de la estrategia de cloud de la firma, que acostumbra a lanzamientos de peso con un marcado carácter temporal.  “Creo en el ritmo de producto”, admite el ejecutivo.

La propuesta del Gigante Azul en cloud se centra en tres pilares: para empezar, la dedicada a los componentes; los que dan la posibilidad de construir sus clouds privadas. Además de servicios de consultoría para su adopción, se trata de una combinación de software y hardware donde se encuentran soluciones como Pure Systems o elementos de hardware como Smart Cloud Entry o Smart Cloud Provisioning.

El segundo asociado a la cadena de infraestructura: infraestructura como servicio y plataforma como servicio. Lo que IBM denomina Smart Cloud Enterprise.

Y por último Smart Cloud Solutions, en referencia a aplicaciones como servicio y software como servicio. Un mercado, este último, que está experimentando una gran demanda, en palabras del ejecutivo.

Agüi, en una entrevista que concede a Silicon News, no quiere pasar por alto la optimización del Smart Cloud Enterprise. Esta tiene que ver con dos cosas, por un lado, una oferta que denomina de “gama blanca”. Por otro, la oferta Plus.

Incluyen en ambos casos la mejora de la disponibilidad. En el caso de la oferta Plus, el ejecutivo destaca un nivel de servicio completo y la integración del servicio del sistema con el de gestión del cliente –lo que permite una relación más personal-.

Confiesa que las pymes se decantan por la solución más sencilla. Les seduce su asequibilidad y sencillez.

Pero más allá de las mejoras de servicios ya existentes, hay que hablar también de un cambio radical en el mercado; relacionado con el auge en la demanda de una infraestructura flexible. Habla de un cambio radical relacionado con el auge en la demanda de los entornos SAP. “Venderemos entornos de SAP por mes, o por año”, apunta.

Otro de los servicios que más demanda está experimentando tiene que ver con cuestiones sobre presencia en la red y la imagen que estas proyectan en internet. “Ese social sentiment que tanto importa ahora”, reconoce Agüi.

Cuando se le pregunta por el tema que más desconfianza genera en la adopción del cloud, la seguridad, Agüi cree que en un mercado que ya está madurando, no es este el problema más acusado. Él ve que la principal dificultad para quien quiere extraer valor de la cloud es la migración. Se refiere a la complejidad de la estandarización en este proceso por el que los clientes virtualizados suben su infraestructura a la nube.

Más allá de escollos procedimentales, hay otro no menos importante que tiene que ver con la estrategia. “Hay decisión de adopción de cloud”, confirma el ejecutivo, citando un estudio elaborado por IBM por el que el 40% de las compañías tiene planes de subir entre el 60 y el 70% de la infraestructura a la nube.

“Lo que no está tan claro es la estrategia de las empresas”, acepta. Los clientes conocen las ventajas de la nube, pero no pueden argumentar su estrategia. “Se han ido cogiendo las frutas más maduras del negocio”, apunta, en referencia a servicios más visibles desde el punto de vista del usuario final, como el correo electrónico.

Pero cuando se pasa a la parte central de la infraestructura IT se ve una ausencia de estrategia, que tendrá que atender a las cargas de trabajo, características del negocio y los objetivos para determinar la estrategia idónea.

¿Y el mercado español?

No se puede hablar de España sin crisis y de las consecuencias de esta. El contexto económico está forzando a las empresas a ser más imaginativos, y también más exigentes. Agüi admite que las exigencias económicas hacia los proveedores de servicios son en ocasiones irracionales.