La política fiscal de Irlanda en el punto de mira de Europa y EEUU

La polémica tras la evasión de impuestos de Apple a través de filiales en Irlanda sitúa el tema en primera posición de la Agenda Europea.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se reunieron el miércoles para buscar soluciones a la evasión fiscal y fraude que desvía del territorio europeo cientos de millones de euros de euros.

El informe del Senado estadounidense sobre los desvíos de capital de Apple a Irlanda a través de filiales ha vuelto a poner sobre la mesa el debate. La discusión sobre la revisión de la directiva sobre fiscalidad pasó a ser tema prioritario en la Agenda de los Veintisiete.

La idea es que los países de la Unión se comprometan a aumentar el intercambio de datos bancarios para evitar fugas de impuestos. Los más reacios creen que el problema no tendrá solución hasta que se eliminen los denominados paraísos fiscales.

Irlanda no se ve a sí misma como un paraíso fiscal, aunque las más importantes empresas TIC del mundo se establecen allí por su laxo régimen tributario.

En el marco de una crisis económica sin precedentes, Europa y sobre todo EEUU miran con recelo la política fiscal del país.

La investigación estadounidense publicada esta misma semana asegura que Apple pagó sólo el 2% de los 74.000 millones de dólares que ganó en sus negocios fuera de los Estados Unidos. Tim Cook declaró frente al Senado y defendió que su compañía pagaba “todos los impuestos que debe”.

Irlanda insiste en la transparencia de su sistema tributario y niega cualquier trato de favor a los de Cupertino. Las autoridades irlandesas se refugian en el argumento de que su régimen fiscal promueve la creación de empleo.