Los ingresos fueron de 443 millones de dólares, más del doble de lo facturado en el mismo período del año anterior (270 millones de dólares) y todo, a pesar del retraso en el lanzamiento de sus procesadores C7.
Estos buenos resultados se deben en parte a la fecha límite impuesta por Intel para el suministro de sus C3. Los distribuidores hicieron grandes pedidos a VIA, para que ésta se los facilitara antes del 31 de marzo (fecha límite). Con ello aseguraban el suministro a los fabricantes de placas hasta finales de 2007.
A pesar de esto, los ingresos de junio siguieron siendo impresionantes (un 16 por ciento superiores a los de junio del 2005), incluso cuando las ventas de C3 habían parado. Lo que indica que VIA también puede valerse por sí misma.
vINQulos
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