La pugna por la memoria Flash

Las unidades de memoria Flash se han convertido en todo un revulsivo para el sector de almacenamiento y su aplicación práctica en multitud de dispositivos.
Como memorias de carácter no volátil -la información almacenada no se pierde al desconectarse de la corriente- los principales usos afectan a pequeños equipos, como teléfonos móviles, PDAs, cámaras digitales o reproductores MP3.
Su capacidad arrancó en 128 Mb, pero su crecimiento ha sido vertiginoso, alcanzando los 256 Gb que ya ofrecen algunos prototipos como el de Samsung o los 512 Gb de Texas Memory Systems. En esta evolución, la memoria Flash ha extendido sus usos alcanzando a la tecnología de discos duros para PCs, portátiles y servidores.
Es lo que se conoce como SSD (Solid State Drive), unidades que utilizan memoria Flash no volátil -y también memoria volátil como la SDRAM- con el fin de almacenar datos, en lugar de los clásicos discos duros magnéticos convencionales.
Ventajas
Además de evitar la pérdida de información aunque se produzca una caída repentina de energía, las unidades SSD son más silenciosas, reducen significativamente los tiempos de búsqueda y latencia y no incluyen partes móviles, por lo que resultan inmunes a las vibraciones externas.
Así, los SSD basados en memoria volátil como la SDRAM destacan por su rápido acceso a los datos (menos de 0,01 milisegundos) de forma que se emplean para acelerar aplicaciones frenadas por los clásicos discos duros.
Sin embargo, la mayoría de los fabricantes usan memoria flash no volátil para crear alternativas más compactas a los SSD basados en DRAM. Estos SSD o discos Flash no requieren baterías, permitiendo replicar tamaños de disco estándar (1.8, 2.5 y 3.5 pulgadas).


Dentro de la memoria Flash no volátil hay dos diseños principales: la basada en NOR -lanzada por Toshiba en 1988- y la memoria NAND, que cuenta con un rendimiento superior en cuanto a velocidad de lectura y escritura.
Flash NAND se utiliza de forma masiva en dispositivos USB, cámaras digitales o reproductores MP3; NOR se emplea generalmente en la BIOS de las placas madre, y su producción está más vinculada a fabricantes como Intel o AMD.
Mercado con altibajos
Mientras Seagate, Western Digital e Hitachi acaparan el 75 por ciento del mercado mundial de discos duros magnéticos, Samsung, Toshiba y SanDisk suman una cuota similar en el mercado de memoria Flash.
Así, aunque Samsung controla la fabricación del 40 por ciento de este segmento, SanDisk fue el primer comprador de memoria Flash del mundo en 2007, a pesar de contar con producción propia. Su demanda en 2008 se sitúa en unos 2.200 millones de dólares.
La segunda posición compradora la ocupa Sony, compañía que según los datos iSuppli se espera que adquiera Flash NAND por valor de 1.400 millones de dólares a lo largo del presente ejercicio.
Sin olvidar que Apple acaba de solicitar a Samsung la provisión de 50 millones de chips Flash NAND de 8 Gb destinados a su nuevo teléfono iPhone 2.0.
Aún así, se espera que este mercado crezca menos de lo previsto en 2008, debido a dos razones: el descenso generalizado de compras en el mercado de consumo y el parón de producción de algunos fabricantes.
 De esta forma, iSuppli estima que el mercado Flash NAND alcanzará los 15.200 millones de dólares a escala global durante 2008, lo que supone un 9 por ciento de incremento desde los 13.900 millones registrados en 2007.


Esta cifra representa un ajuste frente a las primeras estimaciones, que observaban un incremento del 27 por ciento en este segmento hasta alcanzar los 17.900 millones de dólares en 2008.
 
Estableciendo posiciones
Y es que el mercado de memoria Flash es muy cíclico. Se ha desacelerado durante 2007, se recuperará ligeramente en el presente ejercicio y despuntará probablemente en 2009.
La principal razón para justificar este ascenso responde a la mayor demanda de unidades SSD para portátiles. Apple ya lo ofrece como opción en sus MacBook Air (a 64 Gb), Toshiba comercializa discos SSD de 128 Gb con su familia Portegé y Dell ofrece desde 32 hasta 128 Gb en los Latitude y Precision.
HP y Lenovo también han decidido incluir Flash NAND como opción en sus portátiles de gama alta; sin olvidar que Intel podría integrar a corto plazo unidades SSD de 80 Gb en su nueva plataforma Centrino 2.
Aunque contar con este tipo de memoria -más adecuada para la movilidad- supone al usuario pagar cerca de 600 dólares más por portátil, hace un par de meses la diferencia con los discos SATA alcanzaba incluso los 1.000 dólares.
Mientras Samsung acaba de presentar el primer prototipo SSD de 256 Gb, los analistas calculan un descenso anual en los precios del 50 por ciento por Mb, algo necesario para que llegue a popularizarse.
Y como nadie quiere perderse este mercado, a Samsung, Toshiba, Hinyx y SanDisk le han salido duros competidores: los fabricantes tradicionales de discos duros -Seagate y Western Digital e Hitachi- además de  los principales actores de almacenamiento: EMC, Dell, HP o Sun.
Los últimos rumores apuntan a que Seagate podría estar interesado en adquirir el 49 por ciento que Intel tiene en IM Flash Technologies, una joint-venture creada junto a Micron Technology (quien a su vez licencia a SanDisk). De producirse, el primer fabricante de discos duros del mundo confirmaría el prometedor futuro del mercado Flash.