Las 10 decisiones más inteligentes de Tim Cook desde que dirige Apple

No debe resultar sencillo dirigir la mayor empresa del mundo por capitalización bursátil, siempre parecerá que es poco todo lo que hagas por seguir creciendo (no resulta sencillo ver si hay algo más arriba si ya estás en la cima) pero a la inversa se puede incurrir en muchos errores y la caída sería dura, larga y llena de oponentes dispuestos a facilitarte el descenso.

Pero como habíamos quedado en que le íbamos a reconocer los méritos a Cook, empecemos por la sabia decisión de promocionar a Jonathan Ive, a quien podemos hacer casi directamente responsable del aspecto de los dispositivos Apple, algo fundamental en su éxito. Ive no guardaba una buena relación con Scott Forstall y Cook decidió apostar por el primero.

Menos conocido puede ser Bob Mansfield, ingeniero jefe de hardware, que ha seguido ocupando esa posición por decisión de Cook, en lo que los entendidos en la materia califican de acierto por su eficiente labor de desarrollo discreto de nuevos productos.

En cuanto a resolución de conflictos también hay que apuntar tanto a favor de Cook cuando se disculpó por un error mayúsculo como fue la fallida presentación inicial de una aplicación, Mapas, que era manifiestamente mejorable tal y como llegó a los usuarios en su lanzamiento.

También en ese ánimo por aceptar las críticas y tratar de solucionar los problemas haría que destacar el interés por mejorar las condiciones laborales en Foxconn, la empresa china que fabrica gran parte de la producción de la manzana mordida y cuyos empleados no gozaban precisamente de un ambiente laboral deseable.

Para conseguir en la propia casa este ambiente Cook tomó en su momento una decisión que no se conocía en la era Jobs, referida a las causas benéficas de las que el tristemente desaparecido cofundador de Apple no era demasiado amigo. Se trata de igualar las aportaciones a causas benéficas que hagan los empleados de la empresa, creando un vínculo filantrópico (repetimos, inédito en Apple) que fortalece la relación con los empleados.

También ha apostado por la eficiencia energética (que también hace ganar simpatías) y el respeto al medio ambiente al lograr que el 75% de la energía que consumen las distintas instalaciones de Apple provenga de las energías renovables, notable incremento desde el 35% que suponía el pasado año, progresión que nos puede hacer concebir que quizá en uno o dos años se puedan vanagloriar de que emplean un 100% de energía renovables.

También la apuesta por ese “buen rollo” se ha dejado sentir en el apaciguamiento de algunas de las batallas legales que mantiene Apple con HTC y Samsung. Pero esto no significa ceder terreno a la competencia, al contrario.  Tanto en el hardware (apostando por otros fabricantes en detrimento de Samsung) como en el software (eliminando las aplicaciones nativas de YouTube o GoogleMaps) en Cupertino han dejado claro que “al enemigo ni agua”.

En cuanto a los nuevos dispositivos, a pesar de que en su momento el propio Steve Jobs era un firme opositor a los tablets de 7″ hay que reconocer que Cook acertó de pleno al apostar por un iPad en ese tamaño. El iPad Mini quizá no haya supuesto una gran revolución en el mercado pero ha demostrado gozar de una gran aceptación. De hecho según algunos analistas es el tablet que más se vende en todo el mundo, incluso por delante de su hermano mayor, el iPad “a secas”.

Tantas ventas han reportado a Apple una ingente cantidad de dinero, más de 150.000 millones de dólares en metálico, y no es fácil acertar con el manejo de tal fortuna. Cook decidió recompensar a los accionistas con un reparto de dividendos mientras que además establecía un programa de recompra de acciones a fin de ganar más control sobre la propia empresa.

Con sus pros y sus contras, y quizá en un momento decisivo en que su liderazgo está más amenazado que nunca, el iPhone5 puede estar orgulloso de ser uno de los dispositivos más completos del mercado y al que pocos terminales, muy pocos, podrían hacerle sombra (y no es un juego de palabras con el tamaño que van tomando los Galaxy).

Pero quizá por encima de todo el mayor acierto de Tim Cook ha sido el de respetar aquella máxima de “si no está roto, no lo arregles“. En esencia Apple sigue siendo como era antes del fallecimiento de Steve Jobs y nada parece hacer pensar que se avecinen cambios revolucionarios en Cupertino.

Como conclusión podemos ademas albergar la esperanza de que en Apple seguirán ampliando su gama de dispositivos con nuevos aparatos que no necesariamente darán lugar a nuevos nichos pero seguro concitan en interés. Relojes inteligentes, televisores, gafas inteligentes… Seguro que habrá errores pero seguro también que seguirá habiendo aciertos en la era de Tim Cook como director de Apple.