Las claves de la reputación corporativa online

Una estrategia integral en la red, trucos de posicionamiento o reglas de comportamiento online son algunas de las pautas a seguir.

La reputación corporativa 2.0 es el baremo de valoración que hace el público sobre una compañía en general. El apellido 2.0 se debe, como bien se habrá observado, a que este público opina masivamente a través de canales dos punto cero, mayoritariamente redes sociales.

El más reciente informe elaborado por Inteco gira en torno a este concepto. Para empezar, los expertos del instituto tienen claro que el debate de estar o no estar en las redes sociales carece ya de sentido. Llama la atención que, de acuerdo con las mediciones del ente público, más del 70% de las pymes consultadas no estén presentes en ningún site social.

A pesar del llamativo porcentaje, constar en el ágora 2.0, recuerdan los expertos, es ya prácticamente una obligación, eso sí, no exenta de compromisos. Entre estos destaca el trazado de un plan de gestión de reputación online, que consta de dos fases: la de investigar y la de monitorizar.

La primera responde a la fase en la que se registran y estudian las opiniones de usuarios y medios en la red. A partir de estas podrán sacarse sólidas conclusiones sobre cómo ven la marca en la red.

La fase de monitorizar exige un seguimiento de lo que está ocurriendo a tiempo real. Aplicaciones informáticas especializadas ayudarán en la tarea de medición de la reputación.

Pero no basta con recopilar, analizar y medir. De la mano de estos procesos hay que hacer una correcta gestión de la identidad online, para la cual en Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación da algunas pautas.

Estrategias de posicionamiento online que tienen que ver mucho con las estrategias de marketing tradicionales para ayudar a generar una imagen determinada de la empresa.

Establecimiento de reglas que rijan el comportamiento de empleados en la red. Esto evitará comentarios desafortunados que perjudiquen a la marca.

Estrategia integral. Inteco recomienda que la estrategia de reputación online debe implicar a todas las áreas de negocio: desde la dirección hasta la gestión con proveedores.