Las dos razones que podrían hundir la compra de Whatsapp a Facebook

Los fundadores de Whatsapp reconocieron en una entrevista hace pocos meses que hay algunas condiciones que no están dispuestos a sacrificar.

La noticia llegó ayer y pronto se expandió como la pólvora por la red. Facebook podría estar negociando la adquisición del popular servicio de mensajería instantánea Whatsapp.

Así lo confirmaban fuentes cercanas a las conversaciones a TechCrunch, aunque sin precisar más detalles. Pronto se interpretó que de confirmarse, el movimiento respondía a un serio empujón a la movilidad de Facebook.

Más de la mitad de sus usuarios a nivel mundial acceden a la red social vía smartphone. En la medida que su negocio se traslada a la pequeña pantalla, la compañía busca la forma de rentabilizar su negocio. La intención de compra de Whatsapp sólo puede entenderse bajo esta premisa.

Pero en el supuesto de que se consume la compra, es evidente que para conseguir el anhelado ROI Facebook tendría que cambiar el carácter de Whatsapp y buscar la forma de monetizar su modelo de negocio.

Y aquí los problemas.

En una entrevista concedida al medio generalista El País el pasado mes de julio, los fundadores de la aplicación, Jan Koum y Brian Acton mostraron su rechazo a la publicidad. “La experiencia siempre es mejor si no tienes molestos banners que te distraen”, decían entonces.

No es esta la única idea que choca con la razón de ser de Facebook. Los creadores de Whatsapp valoran “sobremanera la privacidad y seguridad”. Rastrear datos, señalan, significa ir en contra de sus principios. Pero van más allá.

“Trabajamos mucho en Yahoo! y cuando nos fuimos decidimos crear algo que no tuviera nada que ver con el modelo donde el usuario es el producto”, aseguraban entonces a El País.

La publicidad y el usuario como principal producto son dos de los pilares sobre los que se sustenta Facebook y que rechaza Whatsapp. Si las especulaciones se confirman, las negociaciones irán más allá de los términos económicos y se centrarán, a ciencia cierta, en tratar de armonizar las discrepancias.