Las empresas carecen de los recursos necesarios para gestionar el riesgo y el cumplimiento

La brecha más grande se produce en el uso de aplicaciones de mensajería por parte de los empleados.

La información es clave para la estrategia corporativa.

La supervisión de las comunicaciones empresariales se ha convertido en una tarea básica del día a día en los negocios, pero las empresas cuentan con recursos limitados para ejercer esta función mientras crecen los canales de comunicación que utilizan los empleados.

Un estudio llevado a cabo por el proveedor de soluciones de archivado de comunicaciones electrónicas Smarsh ha puesto de relieve las cinco principales preocupaciones de los profesionales dedicados a implementar las estrategias de gobierno, riesgo y cumplimiento de las organizaciones: un mayor escrutinio y aplicación; equilibrar las consideraciones de privacidad de los empleados con las obligaciones de vigilancia de la empresa; la aparición constante de nuevos canales de comunicación; las ciberamenazas; y unos recursos humanos insuficientes.

Casi la mitad de los encuestados (48%) ha declarado que los medios sociales son la primera causa de riesgo percibida en el cumplimiento corporativo. Más de 4 de cada 10 (41% en el caso de Facebook y 45%, en el de Twitter) tiene poca o ninguna confianza en poder impedir a los empleados el uso de los medios sociales.

Más del 40% permite a los empleados utilizar LinkedIn y Facebook sin ningún tipo de control; el 60% permite utilizar aplicaciones de mensajería para las comunicaciones empresariales; y casi el 70% no archiva ese contenido. Es aquí, en las aplicaciones de mensajería, donde se produce la brecha de cumplimiento más grande.

“Se han establecido procedimientos de vigilancia dirigidos principalmente al correo electrónico que son ineficaces y el 40% de los encuestados cree que tienen demasiados mensajes marcados para su revisión”, ha señalado el CEO de Smarsh, Stephen Marsh.

No obstante, muchas empresas ya están utilizando el contenido del archivado de sus comunicaciones electrónicas para otros objetivos además del cumplimiento y la gestión de riesgos.

“Las nuevas herramientas permiten a las empresas mejorar todavía más el valor de su archivo. Pronto van a ser capaces de evaluar la calidad del producto, la confianza del cliente e incluso medir el rendimiento de los empleados”, ha concluido el directivo.