Las Oculus Rift Crystal Cove deslumbran en el CES 2014

Crystal Cove

Las Oculus Rift han tenido un éxito sin precedentes, tanto en Kickstarter como en los desarrolladores. Las cifras hablan por sí solas: 90 millones de financiación y más de 50.000 unidades de desarrollo por todo el mundo. Pero la verdadera prueba de fuego está en que ocurrirá con los usuarios finales.

Sí, aunque hemos visto que la mayoría de profesionales ya utilizan las Oculus Rift, la realidad es que su presencia en el mercado de consumo, a pesar de todos los meses que han pasado, sigue siendo nula. Se ha hablado mucho de la versión final y su nuevo prototipo Crystal Cove es lo que más se parece.

Las mejoras están en el uso de una pantalla OLED de resolución Full HD, mejora de la óptica y sobre todo la eliminación del motion blur, que las hacía incómodas de llevar durante tiempo en juegos con mucha acción y movimiento, ya que creaban mareos.

Pero quizás lo que más ha sorprendido a los que las han probado en el CES es la inclusión de un sistema óptico para registrar movimientos absolutos y relativos. Recordemos que los relativos utilizaban un sistema inercial, pero ahora las Crystal Cove, con una cámara fijada en un punto, mirando hacia nosotros, y puntos en las gafas, es capaz de saber la posición de las gafas en el espacio con mucha precisión. Esto complementa el sistema inercial y nos permite movernos por el entorno.

Ventajas muy importantes, que además aseguran que no harán que el precio varíe mucho, por lo que estaríamos hablando de unos 300 dólares de nuevo. Eso sí, hay que olvidarse de su conexión inalámbrica a los dispositivos y que tengan batería en un futuro cercano. Una pena, pero esperemos que quede muy poco para que finalmente lleguen a los consumidores.

vINQulos

Engadget