Las tabletas que surgieron del frío finlandés

Lo que queda de Nokia y la empresa fundada por algunos de sus ex-empleados, Jolla, se han puesto de acuerdo para anunciar esta semana sus propias tabletas.

A Nokia y a Jolla les unen varias cosas. No sólo comparten país de origen, sino que Jolla le debe la vida en cierto modo a Nokia. Fue creada en el verano de 2012 por un grupo de ex-empleados de esa empresa que se vanagloriaba de “conectar a la gente” y que se había desentendido de MeeGo en un momento en el que comenzaría a perder peso móvil. Sin valedor que siguiese con el proyecto, Jolla se propuso recuperarlo y seguir la estela del N9, ese “algo maravillo” o “el mejor smartphone del mundo”, en sus propias palabras. Prometió lanzar teléfonos inteligentes basados en este sistema operativo open source y en menos de un año ya estaba presentado su primer modelo.

Hablamos, cómo no, del teléfono que estrenó Sailfish OS, la secuela de MeeGo avalada por Jolla. Pero parece que los smartphones no eran todo lo que colmaba el horizonte de sus integrantes. Ahora, cuando ya ha demostrado que la maniobra de reanimación era posible, ha decidido dar un paso más allá. Jolla acaba de anunciar la creación de su propia tableta. Lo curioso es que aquí continúan las coincidencias con Nokia, o lo que queda de ella, que también ha sorprendido esta misma semana con la presentación de N1. Esto es, su primer tablet PC con sistema operativo Android en su interior.

Se deshizo de sus fábricas. Pero ahora que ya no depende de la alianza con Microsoft para desarrollar dispositivos Lumia con Windows Phone, tarea que tras la venta de casi toda la división de Dispositivos y Servicios compete al gigante de Redmond, probará suerte con el sistema operativo de Google, con sabor a “Lollipop”, como tantos otros contendientes. ¿Cómo es posible? “A través de un acuerdo de licencia de marca con un socio OEM responsable de la fabricación, la distribución y las ventas”, según ha explicado Nokia al hacerla oficial. Y es que Nokia ha decidido dar el paso de licenciar su marca a terceros y así ir generando dinero.

“Estamos muy contentos de traer la marca Nokia de nuevo a manos de los consumidores con la tableta Android N1, y de ayudar a hacer simples las tecnologías sofisticadas”, ha dicho al respecto Sebastian Nyström, jefe de Productos de Nokia Technologies. Lo que sorprende, quizás, es que haya comenzado por las tabletas en vez de con otros gadgets más diferenciados de su estilo original y que se venían apuntando como posibles, como una cámara de fotos, un reproductor musical o, incluso, un televisor. Aunque eso no quiere decir que en el futuro no podamos acabar viendo cómo se abren hueco en el mercado. Donde Nokia no puede poner su nombre hasta dentro de un par de años, para cumplir con lo pactado con Microsoft, es en smartphones.

Primero, a lo largo del primer trimestre de 2015, se venderá N1. Y en mayo tendría que empezar a distribuirse la Jolla Tablet. Eso es lo que se indica en la tabla de recompensas de la plataforma Indiegogo. ¿Por qué ahí? Porque Jolla ha decidido lanzarla a través de una campaña crowdfunding que la convertirá en “la primera tableta crowdsourced del mundo”, permitiendo la participación de la gente. Quienes quieran hacerse con un dispositivo no sólo podrán obtenerlo por menos del precio de venta estimado, sino que podrán aportar opiniones sobre el sistema que ejecuta y que Jolla promete tener en cuenta para darle al público lo que quiere.

Esto ocurrirá a través de su foro de comunidad, que pone a personas externas en contacto con el equipo de desarrollo Jolla Sailors. Ahí se votan las propuestas que se van generando entre todos y se defiende el compromiso de sacar adelante las ideas más exitosas. La versión a modelar en este caso es Sailfish OS 2.0. Otros rasgos por los que quiere ser conocida esta tableta serían su espíritu open source, el respeto por la privacidad de los datos de los usuarios, las posibilidades de multitarea o la personalización. “Es nuestra política de empresa que nunca vamos vender ni compartir tu información con nadie”, se puede leer en la página de la campaña. “No hay puertas traseras o cualquier cosa que podrían utilizar terceras partes para seguir tu actividad”.

Más minitableta que tableta

¿Cómo son N1 y Jolla Tablet? Ambas lucen pantallas de IPS de menos de 8 pulgadas. Se queda en 7,85 pulgadas la primera y se va hasta las 7,9 pulgadas la segunda. Lo pequeño gusta, y estas creaciones parecen demostrarlo. Se prevé que en unos cuatro años se estén vendiendo ya más phablets que tabletas al uso, como las que se ideaban al principio, tantas como el triple. Y, por supuesto, su impulso pasará de largo al de los ordenadores. El próximo curso fiscal tiene que producirse por fin la ratificación de las tabletas frente a las computadoras al uso con 321 millones de unidades vendidas.

Las semejanzas también se encuentran en la resolución, con 2.048×1.536 píxeles tanto la tableta de Nokia como la de Jolla. Las dos confían en un chip Intel de 64 bits, aunque el de N1 es más veloz, con frecuencia de reloj de 2,4 GHz. Este dispositivo también es más ligero y delgado, con 6,9 milímetros de grosor y 318 gramos de peso, e incluye cámaras con mayor número de megapíxeles. Así, mientras la principal de Jolla Tablet es de 5 MP, eso es lo mismo que ofrece la secundaria de N1. Por lo demás, soportan Wi-Fi, ofrecen 2 GB de memoria RAM y 32 GB de almacenamiento interno. La de Nokia incluye un conector USB Type-C e interfaz Nokia Z Launcher y la de Jolla está valorada en 249 euros, por los 249 dólares sin impuestos de su compañera y rival de aventuras.