Las tecnológicas se mantienen firmes en su defensa del cifrado

Los atentados de París han desencadenado una nueva oleada de peticiones políticas para echar abajo los sistemas de cifrado punto a punto.

Los atentados terroristas de París han reabierto la polémica sobre las tecnologías de cifrado de punto a punto.

Políticos de todo el mundo han vuelto a pedir una mayor vigilancia por parte de las agencias de inteligencia gubernamentales en colaboración con las empresas tecnológicas y un debilitamiento de los sistemas de seguridad cifrada para prevenir otras atrocidades como las sucedidas este fin de semana.

Todavía no está claro si los terroristas utilizaron comunicaciones encriptadas para efectuar los ataques de París. Los primeros informes sugieren que el grupo utilizó la mensajería SMS pero otras investigaciones apuntan que las aplicaciones cifradas jugaron un papel clave.

Aunque el sentimiento anticifrado entre los políticos está aumentando, las empresas de Silicon Valley se resisten a debilitar estos sistemas en los que es imposible tener acceso a las claves criptográficas.

Las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje ciudadano llevado a cabo por la Agencia de Seguridad de EEUU (NSA) y la implicación de las empresas tecnológicas ha supuesto un grave perjuicio para estas compañías, que ahora trabajan por restaurar la confianza de sus usuarios.

Las grandes TIC también argumentan que debilitar el cifrado puede abrir puertas traseras al espionaje de gobiernos extranjeros y de criminales para requisar datos y comunicaciones y explotarlos.