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En el futuro próximo España podría enfrentarse a una situación paradigmática: puede que las empresas se encuentren con problemas para cubrir los puestos de trabajo vacantes aunque el país sigue registrando desempleo. El problema de este problema… la brecha tecnológica.
“El futuro no se va a poder construir si no tenemos un desarrollo tecnológico adecuado”, ha señalado la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, en la clausura de la jornada de presentación de la eSkills Week en Madrid. “Si queremos oportunidades en el empleo es imprescindible que no haya brecha digital“, ha insistido Rojo.
La secretaria general ha reconocido que el futuro pasa por las nuevas tecnologías, que estarán presentes en todos los ámbitos y que además pueden ser claves en el futuro de Europa. Si no se puede competir en costes, Europa debe crear “empleo de valor añadido”.
“Necesitamos que de manera transversal el uso de las TIC se amplíe y optmice”, añade.
Más crítico ha sido el presidente de la patronal AETIC, Jesús Banegas, que ha dejado muy claro que hay que invertir en formación de la población para poder así crear una masa laboral con el dominio mínimo de las nuevas tecnologías. “O bajamos los salarios o aumentamos la formación”, fue su conclusión.
Banegas echó mano de datos muy llamativos para apoyar su presentación: sólo el 12% de los parados se apuntan a los cursos de formación (y reciclaje muchas veces) de los servicios de empleo. Las TIC son el 10% de la fuerza productiva de Finlandia, entre el 5 y el 6% de la Unión Europea y sólo el 4 de España. España está por debajo de la media de los países de la OCDE, donde sólo Portugal, México y Grecia tienen registros peores.
España necesita “como el oxígeno” las TIC, según Banegas.