Los deberes de la industria del cine: volverse online

Como suele ocurrir en estas cosas, los primeros en llegar fueron los internautas, que se buscaron la vida al no encontrar lo que buscaban. Un tiempo después, cuando ya había rutinas y estructuras creadas, llegó la industria. Los internautas los miraron con cierta desconfianza, porque ya no los necesitaban. La industria se enfadó, porque aquello no era legal. Ahora intentan volver a empezar con mejor pie. Esta es la historia de la industria del cine e Internet.

El principal reto al que se enfrenta la industria del cine ahora que ha decidido que Internet es el futuro y que es necesario entrar es el de tener que cambiar todas esas rutinas de los usuarios. Unos usuarios acostumbrados a tener acceso a los contenidos audiovisuales el mismo día que llegan a los cines (si no antes) y sin tener que pagar nada por ellos, a los que de pronto se les ofrece pagar por esos mismos contenidos con menor inmediatez. ¿Están dispuestos? Contra los pronósticos más pesimistas, muchos estudios apuntan a que sí.

La pelota está ahora en manos de la industria, que debe ofrecer a los internautas una alternativa legal y con la calidad suficiente como para que estos no solo digan que pagarán, sino que además lo hagan. Y varias plataformas han ido surgiendo para intentar cubrir esta demanda: desde los veteranos Filmin o los grandes de la industria Filmotech, hasta pequeñas nuevas propuestas como Cineclick, Wuaki.tv y Youzee. El juego ha comenzado.

Lo único claro: el cine quiere Internet

En este universo nuevo en el que juegan muchos agentes distintos, una de las tareas más duras que tiene por delante la industria del cine es la de poner de acuerdo a creadores, distribuidores, productores y todas las distintas asociaciones y organismos que giran a su alrededor. Y aunque en muchas cosas las posiciones son divergentes y casi opuestas, sí hay una conclusión en la que todos coinciden: es necesario entrar en Internet.

Este fue el leit motiv alrededor del que giró la jornada que tuvo lugar la Academia de Cine hace unos días, en la que quedó claro que todos estaban de acuerdo en la necesidad de conquistar el mercado de internet antes de que lleguen los grandes grupos de Estados Unidos (la sombra de Netflix es alargada) y se lleven el botín. Elena Lafuente, responsable de Contenidos Editoriales del portal Filmotech, no deja lugar a dudas: “Que Internet es el futuro del cine, eso lo tenemos todos claro desde hace mucho tiempo”.

Internet sí, pero ¿cómo?

Los problemas llegan al intentar encontrar un modelo que satisfaga a todos los agentes que se juegan algo. Uno de los puntos de conflicto es el de la fecha de estreno: algunos, como el presidente de la FAPAE Pedro Pérez, defienden que para que las plataformas online tengan la más mínima oportunidad de competir contra la piratería, una condición básica es la de los estrenos simultáneos en salas y en Internet. Eso sí, con precios escalados: cuanto más cercana sea la fecha del estreno en cines, más cara será la película online.

Los que se oponen a este modelo creen que lo único que se conseguirá es lograr que las salas de cine estén cada vez más vacías, algo con lo que no está de acuerdo la responsable de Contenidos Editoriales de Filmotech, que apunta que “la irrupción de la televisión no supuso la desaparición de la sala de cine”. Además, indica que “las películas están hechas para ser vistas en pantalla grande y, afortunadamente, hay mucha gente que comparte esta opinión”.

Voddler, festivales de cine online, y otros pequeños pasos

A pesar de todo el tiempo que le ha llevado a la industria decidirse a dar el paso, y de lo lleno de obstáculos que está el camino, no se puede decir que no estén apareciendo iniciativas dispuestas a ofrecer a los usuarios esa alternativa que dicen buscar: una plataforma en la que descargar o ver en streaming películas en alta calidad y de forma sencilla. Si hay que pagar una pequeña cantidad para evitar viajar de enlace roto en enlace roto, muchos parecen dispuestos a hacerlo.

Y las cosas se están moviendo. Un ejemplo es el 1er Festival Europeo de Cine Invisible, un festival de cine online que está teniendo lugar ahora estos días en toda Europa, y que permite a los usuarios registrados ver en streaming las películas en concurso de forma gratuita. En Estados Unidos, mientras tanto, el festival Tribeca Film ha dado este año también un paso hacia el mundo de Internet, con la primera edición del Tribeca Online Festival y un modelo similar al festival invisible.

Eso en cuanto a eventos especiales, pero ¿hay ya opciones para el día a día de los usuarios? Las hay, y cada vez más. Desde los clásicos Filmin y Filmotech, hasta las nuevas propuestas como Cineclick (que tiene un acuerdo con Disney, entre otros), Wuaki.tv o Voddler (el servicio sueco que acaba de aterrizar en España adelantándose a Netflix), todo parece indicar que el mercado del cine online será uno de los más interesantes y movidos durante los próximos años.

El destino está claro, pero hay múltiples caminos. Tan solo queda esperar para ver cuál es el que finalmente se convierte en el más transitado.