Los gigantes TIC acusados del pacto de ‘no contratación’ acuerdan pagar 324 millones de dólares

Es la suma que ofrecen para resolver la demanda que les imputa por conspirar en 2010 sobre una bajada salarial para evitar la marcha de talentos a la competencia.

A finales de mayo está programado el juicio sobre la demanda de empleados tecnológicos de Sillicon Valley a cuatro gigantes TIC -Apple, Google, Intel y Adobe Systems- por pactar en 2010 un acuerdo que impedía a las empresas firmantes fichar a los empleados más talentosos entre sí para evitar la “fuga de talentos” y una guerra de sueldos.

Ahora, a la vista de este juicio, las compañías tecnológicas han acordado pagar un total de 324 millones de dólares de indemnización para resolver su acusación, según fuentes cercanas a la operación que recoge Reuters.

La demanda inicial contemplaba también a Intuit y Walt Disney, pero ambas empresas alcanzaron un acuerdo con los demandantes que se ha saldado con el pago de 11 millones de dólares por parte de Intuit y 9 millones de manos de Disney.

En el juicio programado para el próximo mes, y que supone la representación de 64.000 trabajadores tecnológicos, la acusación tenía previsto pedir 3.000 millones de dólares en daños y perjuicios, una cifra que podría triplicarse hasta los 9.000 millones de dólares bajo la ley antimonopolio.

En su defensa, las empresas alegan que los demandantes no pueden probar con garantías que existió una conspiración global que afectara a los salarios.

Apple, Google, Intel y Adobe Systems acordaron resolver una investigación del Departamento de Justicia de EE.UU en 2010 que les prohibió entrar en este tipo de acuerdos de ‘no contratación’ en el futuro. Desde entonces, luchan contra la demanda colectiva de los empleados que les acusa de práctica antimonopolio.

El caso se sigue muy de cerca en Silicon Valley por el impacto sobre la élite tecnológica del país, ya que apunta a figuras tan relevantes como el desaparecido fundador de Apple, Steve Jobs, y el ex CEO de Google, Eric Schmidt.

Algunas empresas de Silicon Valley se negaron a entrar en estos pactos. Por ejemplo, la directora de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, rechazó en 2008 una petición de Google de abstenerse mutuamente de apuntar a los empleados de cada uno.