Los procesadores AMD PRO Serie A ya son una realidad

La nueva creación de AMD está pensada para funcionar en portátiles con el sistema operativo Windows 10 de Microsoft dentro del entorno corporativo.

Conocidos anteriormente como “Carrizo PRO”, AMD ha anunciado su nueva familia de chips creados para equipos portátiles que deben funcionar en un marco muy concreto como es el del entorno móvil empresarial de la actualidad: los AMD PRO Serie A.

AMD PRO Serie A son procesadores que, según explican sus responsables, potencian características como la autonomía, aportan eficiencia, prometen seguridad y sobre todo, están pensados para funcionar con el sistema operativo Windows 10 de Microsoft que fue lanzado al público este verano.

Esto significa que la tecnología de AMD dará vida a algunos de los primeros modelos de ordenadores portátiles Windows 10 destinados a la oficina. AMD destaca los HP EliteBook Serie 725, 745 y 755.

“Nuestros nuevos procesadores AMD PRO mejoran el rendimiento, la fiabilidad y las oportunidades para los negocios de hoy en día, proporcionando a los clientes la oportunidad de elegir y asequibilidad para satisfacer las necesidades específicas de sus negocios”, señala David Bennet, vicepresidente corporativo y director general de Productos Commercial de AMD.

Bennet añade que con estos chips “permitimos a los administradores de TI mantener un ambiente seguro, estable y de confianza, ofreciendo una fiabilidad sin igual, estabilidad y longevidad del procesador y la oportunidad de tener un sistema con configuraciones más ricas”.

En los mismos términos se pronuncia Jim Anderson, vicepresidente sénior y director general de Informática y Gráficas de AMD, que dice que “pasarte a PRO con AMD significa fiabilidad sin igual, con una plataforma estable, un procesador longevo” o, incluso, “mantenerse por delante de las cambiantes demandas de los negocios actuales”.

Entre otras cosas, AMD ofrece un compromiso de longevidad que dura un par de años y garantía de soporte para equipos OEM de hasta 36 meses.

Un ejemplo es AMD PRO A12, que se trata del primer procesador de estas características que ofrece la compañía americana con un docena de núcleos cotabilizados entre sus ocho GPUs y sus cuatro CPUs. Los gráficos elegidos para componerlo son Radeon R7 y la frecuencia máxima que alcanza su unidad central de procesamiento marca los 3,4 GHz.