Los secretos de un buen discurso inspirados en Luther King

Se cumplen 50 años del célebre discurso ‘I have a dream’ de Martin Luther King. Extraemos algunas de las lecciones aplicables a la empresa.

Hoy se cumplen 50 años desde que Martin Luther King pronunciara uno de los discursos más populares de todos los tiempos. Yo tengo un sueño fue pronunciado ante más de 200.000 personas en las gradas del Lincoln Memorial, durante la histórica Marcha sobre Washington.

Décadas después y como recoge Forbes, Clarence Jones, asesor personal de Luther King, ha recordado que las palabras del célebre speech fueron improvisadas por el activista afroamericano.

Considerado como uno de los mejores discursos de la historia por los estudiosos de la retórica hay algunas lecciones que pueden aplicarse en el ámbito empresarial. La improvisación no será la única lección del histórico discurso.

La capacidad de comunicar es una cualidad sine qua non para cualquier líder empresarial que se precie. De ello dependen las relaciones con los empleados, con los socios y con los clientes. Sin un buen discurso y sin las aptitudes necesarias para pronunciarlo el mensaje caerá en saco roto.

Las lecciones

Para empezar, saber elegir el momento adecuado será de vital importancia–King habló ante cientos de miles de personas pocos meses después de conflictos violentos contra manifestantes que reclamaban derechos para ciudadanos de raza negra-.

La capacidad de improvisación, un correcto y medido lenguaje corporal y un mensaje sólido e inspirador transmitido con entusiasmo son otras lecciones que hoy pueden extraerse de aquel discurso de 1963.