Los Shanghai de AMD ya son una realidad

El fabricante ha lanzado de forma oficial la cuarta generación de procesadores Opteron, la segunda de cuatro núcleos. Sus máximas, mayor rendimiento al mismo precio y consumo eléctrico.

Tecnología de fabricación en 45 nanómetros

La nueva serie de procesadores Opteron aportan algunos avances importantes con respecto a los anteriores Barcelona, fabricados en 65 nanómetros. Son los primeros construidos en 45 nanómetros lo que implica que tendrán mayores velocidades de reloj, mayores tamaños de caché de nivel 3 y una mejor eficiencia energética. Esta primera serie está diseñada para trabajar en sistemas de 2 y 4 sockets, aunque durante el 2009 se lanzarán los primeros modelos ideados para Servidores y equipos de sobremesa de un solo socket.

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En este proceso de fabricación se ha empleado una técnica novedosa, la Litografía de inmersión, en la que se sitúa un circuito líquido justo entre las ópticas de proyección y la oblea de silicio, lo que permite aumentar la resolución a la hora de fabricar los chips hasta en un 40% y posibilita una mayor frecuencia en comparación a los anteriores diseños.

En cuanto a la gestión de memoria en los distintos niveles, también se han sucedido diversas mejoras. En primer lugar, la denominada Tecnología de optimización de memoria, con la que se puede conseguir un mayor rendimiento a la hora de localizar los datos en los módulos DDR2. También importante, la memoria caché L3 será de 6 Mbytes, llegando hasta los 8 en los próximos meses y utilizando un sistema inteligente de balanceado de los datos para que pueda ser compartida por todos los núcleos.

La arquitectura de transferencia de datos entre los distintos núcleos del procesador y el exterior, denominada HyperTransport Technology, también se ha desarrollado conjuntamente hasta llegar a la versión 3.0, que permite unas tasas de hasta 17,6 GBytes/sec. De esta forma se aumenta vertiginosamente el intercambio de información, incidiendo directamente en el rendimiento final.